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Abel Zicavo muestra su anillo de matrimonio y una imagen frente al Registro Civil junto a Camila Vallejo, en su Instagram @abelzicavo

«Ahora soy un señor… Nos casamos», comparte el músico Abel Zicavo junto a imagen con la ministra Camila Vallejo frente al Registro Civil

Autor: Equipo Glamorama / 29 marzo, 2023

«Ahora soy un señor… Ha sido un período hermoso en mi vida con mi familia. Nos casamos», es parte del mensaje en Instagram con que Abel Zicavo realiza una actualización de hechos importantes:.

El músico de 37 años que integró el grupo Moral Distraída junto a su hermano Camilo -marido de Denise Rosenthal- y ahora tiene la banda Plumas, se casó en febrero con Camila Vallejo, ministra Secretaria General de Gobierno.

La pareja tenía organizada una fiesta de matrimonio pero, debido la emergencia nacional por los incendios suspendieron el evento. Optaron por casarse por el civil y con una recepción para amigos y familia, informó el diario La Segunda.

En junio de 2022 Zicavo se refirió a su historia con la geógrafa. Estas fueron parte de sus palabras:

«Fue a mediados del 2016 cuando nos conocimos. Nos presentó su hermana mayor, Javiera, a quien yo conocía desde hace varios años»

«Cuando empezamos a tener onda, la Cami me dijo ‘oye, tengo que ser súper honesta: me dijeron que tú eres cantante de una banda, pero no tengo ni idea de tu banda, nunca he escuchado nada de Moral Distraída’.

«La invité a un concierto y esa fue la primera vez que nos escuchó. Y nada, nos enamoramos brutalmente».

«Hay cosas que han cambiado su forma (desde que Vallejo asumió como ministra), pero no ha mermado porque la Cami es de esas personas que puede ver una película, después va al cumpleaños de un amigo y al otro día en la mañana se despierta, corre siete kilómetros, se va a trabajar otras ocho horas, llega a la casa y tiene siete seminarios.

«Yo no soy de esa gente y no sé cómo lo hace. Es muy determinada y trabajadora. Cuando hay que trabajar, hay que trabajar y tiene una convicción imbatible.

«Eso de las 40 horas no aplica para ella. Trabaja diez, doce horas al día y cuando termina llega a la casa y dice ‘vamos al cumpleaños de mi amiga’. Y yo la miro y me pregunto con qué fuerza. Y ahí baila y feliz.

«Yo no tengo esa fuerza. Y hay momentos en los que tienen que estar y mala suerte nomás, porque es la responsabilidad del cargo, así lo entiendo. Por eso cuando no puede estar en cuestiones familiares, es como ok, no importa”.