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Iván Zamorano junto al Papa Juan Pablo II e n mayo de 1999. Atrás, muy serias, Daniella Campos y la señora Alicia. IMAGEN DE ARCHIVO TOMADA DE LA WEB

«No se vaya a enojar señora Alicia, han pasado muchos años…»: la «anécdota» de Daniella Campos con la mamá de Iván Zamorano en audiencia con el Papa Juan Pablo II

Autor: Equipo Glamorama / 8 marzo, 2023

«Hoy día para mí es una anécdota, pero en ese momento igual fue incómodo, porque yo era la polola, la novia», dice Daniella Campos sobre la situación que vivió con la señora Alicia Zamora, madre de Iván Zamorano, en una audiencia con el Papa Juan Pablo II.

En mayo de 1999 el futbolista, su mamá y su pareja fueron recibidos en el Auditorio Pablo IV, en El Vaticano, donde Zamorano fue presentado por embajador chileno ante la Santa Sede.

Entonces el impasse entre la mamá y la novia produjo titulares en Chile. En 2018 Daniella Campos mencionó de manera breve la historia en un capítulo de La Divina Comida en 2018.

Este fin de semana, la ex Miss Chile y fundadora junto a Titi Ahubert de la farándula actual, relató nuevos detalles en un capítulo del programa de Chilevisión Podemos Hablar:

 Jean Philippe Cretton, conductor: “Avancen al punto de encuentro quién haya vivido una situación incómoda frente a alguna autoridad o celebridad de talla mundial”

Daniella Campos: “Yo. Un momento súper importante de la vida, que de hecho yo voy a agradecer siempre, fue que me tocó tener una audiencia privada con el Papa, gracias a Iván Zamorano. Que nos tocó ir a cuatro personas: era Iván, su mamá, yo y una prima que vivía en ese tiempo en Suecia.

“Y hay un protocolo súper grande para llegar, donde nos tocó a nosotros una entrevista personal en la casa con la sobrina de Juan Pablo II (fallecido en 2005), quien va a conocer a las personas a las entrevistas, conversa con ellos, etc. No hubo ningún problema, pasamos al siguiente paso, que era el embajador de Chile ante la Santa Sede, quien va con otro protocolo más grande, que es ‘cómo ustedes van a pasar a ver al Papa’.

«‘No pueden llevar medallitas, no pueden llevar ningún santo ni nada, porque el Papa lo va a bendecir antes de que ustedes pasen’. Porque ya había habido gente que había herido al papa con algún objeto religioso.

“Por otra parte, tienen que pasar en una fila india las cincuenta personas. La primera persona que va es el embajador ante la Santa Sede de cada país, quien va presentando quién es cada persona. ‘Aquí viene un jugador de fútbol, Iván Zamorano, que juega en el Inter de Milán’, blah, blah.

“Luego tenía que pasar yo, ‘esta es su novia’. Luego su madre y finalmente la prima de Iván. Nos paramos en fila india y la señora Alicia se paró al lado mío, y tenía que estar atrás mío, porque el protocolo era Iván, la novia, la mamá y la prima. No se vaya a enojar señora Alicia, han pasado muchos años.

“Entonces íbamos las dos, de las cincuenta personas la única que iba al lado de la fila india era ella. Y yo tampoco me podía mover, porque el protocolo decía que me iban a presentar a mí. Entonces llegamos hasta adelante caminando, con la señora Alicia al lado. Cuando íbamos a pasar yo dije ‘no voy a arruinar este momento, si es tan importante para ella pasar antes’.

“Yo di un paso, igual fui un poquito mala, porque di un paso adelante como que iba a pasar, me di vuelta y le dije ‘pase’.

«Y por otro lado, quiero decir que yo también rompí el protocolo, porque como buena chilena. No había que llevar ni una medallita ni nada y yo tenía a toda mi familia, me puse una cadena en la mano y tenía todas las medallas en la palma.

“Me toca saludar al Papa Juan Pablo II. Yo no tenía en ese tiempo una creencia tan profunda, pero efectivamente la energía que tenía ese señor era tan grande que a uno se le caían las lágrimas. Paso, lo saludo y le doy la mano, la mano con todas las medallas por supuesto. El me toma la mano, las siente y me las aprieta.

“Y me fui feliz de la vida. Hoy día para mí es una anécdota, pero en ese momento igual fue incómodo, porque yo era la polola, la novia…”

Cretton: “¿La señora Alicia no te dijo nada después?”

Campos: “No, nada. Las dos rompimos el protocolo”.