«Digo ‘ya poh, ¿cuándo un número para las embarazadas?’. Y me dijo ‘usted no está enferma…'», relata Valentina Roth, con ocho meses de embarazo, sobre visita a farmacia
«Quedé mal. Se portó muy mal conmigo esa señora», contó Valentina Roth este sábado en sus stories de Instagram, refiriéndose a una visita a la farmacia tras la cual, dice, «me puse a llorar de rabia».
La figura televisiva de 32 años vive los ocho de embarazo de Antonia, la hija que espera con su marido el ortodoncista Miguel de la Fuente, y relató lo siguiente:
“Estoy enojada… Para las embarazadas o las que fueron mamá. Siempre voy a una farmacia de acá al ladito, de Colón. Y ya estoy media chata porque tengo ocho meses y me hago pipi muy fácil, no puedo estar una hora esperando, ni tanto rato esperando, porque a las embarazadas nos cansa la espalda, se nos duermen las piernas. Y le dije a la misma señora que la veo siempre, porque siempre le digo ‘ya poh, ¿cuándo un número para las embarazadas?’”.
“Y hoy me acerqué igual, de igual manera. Le dije ‘yapo… ¿Cuándo?’. Así, en ese tono. Y me dijo, ‘usted no está enferma. Yo cuando estaba embarazada hacía la fila normal’, no sé qué. Y yo quedé así, y se fue como enojada y me hacía así (gesto con la mano, de hablar), ‘¡siga hablando sola!’
“Yo le decía ‘¿usted me está hablando eso en serio?’. Porque de verdad fue muy mal educada conmigo, me hacía así, este gesto. Me decía ‘pelea sola’.
“De verdad que me dio demasiada lata. Me puse a llorar de rabia. ¿Cómo me hace este gesto? Y se fue, se metió a un lado y se escondió
“Yo simplemente dije ‘hasta cuándo’, de verdad las embarazadas tenemos que esperar y esperar… Si bien es cierto, tiene razón, no estamos enfermas, no estoy enferma. Pero no puedo hacer una media fila… Se portó pésimo conmigo. Yo quería hablar con la encargada y nunca salió la ecargada
«Estoy enojada. Quedé mal. Se portó muy mal conmigo esa señora. Y más encima la veo todos los días, siempre ha sido muy simpática, y hoy día se portó…
«Creo que no hay una mina más educada, que diga ‘buenos días’, ‘buenas tardes’, ‘buenas noches’, como yo. ‘¿Cómo está?’, ‘¿cómo le va?’, ‘muchas gracias’, ‘permiso’. O sea, no existe. Yo siempre soy así, demasiado educada y demasiado simpática con cualquier persona que me atiende. De hecho, si estoy mintiendo por favor fúnenme».
Este domingo, Roth borró de su Instagram todos los registros antes expuestos.
En tanto, radio Biobío cita la ley según la cual «los proveedores de bienes y servicios que mantengan locales físicos de atención al público, con un aforo igual o superior a diez personas, deberán contar obligatoriamente con un sistema de atención preferencial para personas adultas mayores, embarazadas, personas acompañadas de lactantes y personas con discapacidad».