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Yamila Reyna en Los Cinco Mandamientos, en 2021. Imagen de Canal 13.

«Fue con un actor bien conocido en este país… Restaurante. Una hora y media hablando de él todo el tiempo. Cuando llega la cuenta me dice ‘se me quedó la billetera…'», recuerda Yamila Reyna

Autor: Equipo Glamorama / 22 abril, 2023

«¡Y me bajé y me fui caminando a mi casa! Después de pagar la cuenta con un flaco que habló toda la noche de él. Y no voy a decir tu nombre por ser gente”, concluyó Yamila Reyna el relato de una cita que tuvo con un «actor bien conocido».

La comediante y comunicadora que trabaja en TVN contó la siguiente historia en un capítulo de Podemos Hablar emitido hace una semana por Chilevisión:

«Fue con un actor bien conocido en este país, que estuvo de moda antes, ya no está de moda, chileno. Me buscó durante mucho tiempo, ambos estábamos en canales separados trabajando, y me buscaba, me buscaba, pero nada.

“Fue la época del mundial anterior (Brasil 2014), entonces jugaba Argentina y me dice ‘si gana Argentina tienes que salir conmigo. Apostemos’. ‘Ya, ok’, le aposté. Gana Argentina y salgo con él.

“Me pasa a buscar y ya era sospechoso porque me pasa a buscar en su auto que era pulcro. Él peinado, engelado total… Te estoy hablando de un martes a las ocho de la noche, verano, traje, gilet, camisa blanca. Yo iba hippie, zapatillas sucias, el vestido, tarde de verano.

“Me subo al auto, ‘¿cómo estás?’, no sé qué. Llegamos a un restaurante cerca del barrio ahí, en Ñuñoa. Entramos, nos reciben muy bien, a él lo reconocieron altiro, entonces como ‘pasen’.

“Nos sentamos a comer. Habremos estado una y media hablando de él, todo el tiempo. Y en un momento me dice ‘y esto que hacen ustedes, el humor, ¿qué es esa weá?’. Yo no podía creer con quien yo estaba.

“A todo esto, yo pedí un vino, me tomé una copa, ya estaba indignada, ya me quería ir. Pide otra botella, se la baja también, muy entero él y hablándome de él y que daba clases y el gran actor que era.

“Y cuando llega la cuenta me dice ‘se me quedó la billetera en el auto…’ Yo pagué la cuenta, después de aguantarme a este hablándome una hora y media.

“Pagué la cuenta, llegamos al auto. ¿Su billetera dónde estaba? En el auto. ¿Tú crees que amagó? Nada. Nos subimos al auto, vamos cerca de Ñuñoa y me dice ‘pero podríamos ir a tomar algo más’. Lo miro y le digo ‘no. Me voy. Mañana yo tengo que ir a trabajar’. ‘¿Entonces te jode si te dejo en esta esquina? Porque a mí me queda de mano para allá’.

«¡Y me bajé y me fui caminando a mi casa! Después de pagar la cuenta con un flaco que habló toda la noche de él. Y no voy a decir tu nombre por ser gente”.