«Que me traten de flojo me da lo mismo, pero si tú me dices ‘tonto’ para mí es ají en el…», manifiesta Arturo Longton
«¿El costo público nunca te molesta?», le preguntó Alejandra Valle a Arturo Longton en La Divina Comida.
En el programa de Chilevisión el ex chico reality de 44 años participó junto a Valle, Emilia Daiber y Felipe Ríos, y respondió sobre su imagen pública:
“Pero si no estudié nada, ¿qué quieres? Si me las he tirado toda la vida, ¿qué quieres?. ¿No tener costo? ¿Pero cómo me las voy a llevar peladas? O sea, el weón más encima critica que lo pelan. No webees poh. Yo tengo la cúea de que por ser yo me pagan” (Se rerfiere a su trabajo en una plataforma de casino y apuestas)
Alejandra Valle: “A propósito de que eres como un niño grande, ¿ser un chico reality tiene sus estigmas?”
Arturo Longton: “Claro, ¿pero sabes lo que pasa? Que a mí eso no me puede afectar, porque yo nunca he tenido un trabajo convencional y nunca lo he buscado. O sea, al revés, a mí conviene que hablen, sea para bien o para mal. Si no hablaran de mí yo hubiese desaparecido el 2005 (año en que se hizo conocido en el reality show La Granja)
“Distinto es el caso de mi hermano (el abogado y diputado Andrés Longton), que estuvo en un reality (Mundos Opuestos, en 2012) y ahora es diputado, y tuvo que luchar contra mil prejuicios y mil estigmas, y los venció todos porque es un crack. A él en la cámara le dicen ‘el diputado Arturo Longton’ y mi hermano… Es que él tiene paciencia.
“El tema es que mi papá fue diputado 20 años, entonces le van a decir Arturo por mi papá y por el otro lado. Y aparte que Andrés es parecido. O sea, mi hermano sacó una ley, que salió en todos lados, y salía mi nombre. Y yo, como no soy weón, la subí al toque (a redes sociales). Aproveché (bromea)”
Emilia Daiber: “¿En ningún momento te sentiste atacado, enjuiciado?”
Longton: “Sí poh, he tenido momentos. Voy a ser súper sincero: que me traten de flojo me da lo mismo, pero si tú me dices ‘tonto’… No, para mí esa wea es ají en el…, porque yo sé que no tengo un pelo de weón. Me haré el weón».
