«Cómo te explico que el que me hayan pifiado (en Viña) no es nada con todo lo que hemos vivido con el Toto y con todo lo que hemos sobrevivido…»: Belén Mora, la llegada de su hijo y el Síndrome de Down
«¿Y cómo lo hemos afrontado? Como cualquier madre y padre afrontan la maternidad, no es tan distinto», afirma Belén Mora sobre su hijo con Síndrome de Down.
La comediante y su novio, el también actor Francisco «Toto» Acuña fueron padres en enero de 2022. Mora contó en Podemos Hablar que a los siete meses tuvieron que operar a su guagua y relató ha vivido esta segunda maternidad:
“La maternidad es la única pega en la que te hacen evaluación de desempeño todos los días y te la haces tú, porque uno siempre siente que puede dar más. Yo en este minuto, la llegada del Poncho, primero me hizo darme cuenta de la persona que tengo al lado.
“Porque los compañeros de vida, las parejas románticas, se ven en estos momentos, en los momentos en que hay que enfrentarse a la vida. Y es muy heavy, porque yo de lo que más me acuerdo de todos estos momentos que fueron traumáticos, lo que tengo acá es la cara del Toto, porque era lo que más importaba.
“Estamos en un minuto de la relación en que lo que me importa es que tú estés bien. ¿Y cómo lo hemos afrontado? Como cualquier madre y padre afrontan la maternidad, no es tan distinto. Simplemente hay que apurar ciertos procesos, como la estimulación temprana.
“Por ejemplo, muchas personas de nuestro alrededor siempre nos dicen ‘yo creo que Rafael tiene un nivel muy bajo de Síndrome de Down’, que yo creo que es una forma de decir ‘todavía no asumo que él tiene Síndrome de Down’.
“Yo les digo ‘no hay niveles. Sí puede haber cosas anexas a la condición del Síndrome de Down’. Pero nosotros lo estamos afrontando igual que como estaríamos afrontando un hijo sin Síndrome de Down. Disfrutándolo todos los días. Reventándolo a besos. Verlo es ver que todo ha valido la pena.
«Entonces cuando hay gente que cree que el Festival de Viña lo es todo. Amigos comediantes, amigos de toda la vida me dicen ‘¿cómo estás?’, porque todos te saludan como si tuvieras cáncer después de que te pifian. Yo les digo ‘cómo te explico que el hecho de que me hayan pifiado no es nada con todo lo que hemos vivido con el Toto y con todo lo que hemos sobrevivido’.
«No es que yo sea soberbia, no es que eso no me importa, no es que yo disminuya el haber estado en Viña. No. Es ver las weás con perspectiva”.
