«Había parido a mi hijo. Me abrió la reja uno de los chicos que trabajaba ahí y me dice ‘¡¿ya tuvo la guagua?! Pero está súper guatoncita… Oy, quedó guantoncita'», recuerda María José Bello
«Oy, quedó guantoncita. ¿Pero se le va a quitar?'», fue el comentario que una persona le repitió a María José Bello al salir de la clínica tras dar a luz a su hijo mayor, en 2015.
La actriz de teleseries como Papi Ricky, Perdona Nuestros Pecados o 100 Días Enamorarse contó en Podemos Hablar la situación que vivió:
«Estaba yo de vuelta, de alta de la clínica, había parido a Tadeo, mi hijo mayor, que tiene siete años. Año 2015.
«Parir realmente es heavy. Como alguien dijo alguna vez, ‘parí un ropero’, como un clóset. Heavy. ¿Duele? Duele más que la chucha. No es verdad que después se olvida. Lo que pasa es que una tiene tantas ganas de tener más guaguas y tiene otra. Pero yo todavía me acuerdo como me dolieron los dos.
«Hay mujeres que después de la clínica hacen videos que les queda el jeans inmediatamente. Bacán. No fue mi caso. No es el caso de todas las mujeres. Con esto también quiero ser sorora, contigo, tú conmigo. No entró el jeans. Y yo llevaba solo ese… Y me fui a la casa.
«Ibamos con el huevito, y me esperaba, me abrió la reja uno de los chicos que trabajaba ahí, que yo siempre soy como alcaldesa de pueblo, me hago amiga de todo el mundo. Y me abre Jorgito. Y Jorgito me abre la puerta y me dice ‘¡¿ya tuvo la guagua?!. ‘Sí poh. Si ahí está’, le digo. ‘¿Cómo…? Pero está súper guatoncita’.
«‘Sí. Lo que pasa, Jorge, es que hoy día a las mujeres no se les pone la faja y todo porque el útero se tiene que acomodar solo. ¿Cachai o no, Jorge?’.
«‘No, pero a mi mujer igual le pusieron, pero no quedó tan guatoncita poh… Oy, quedó guantoncita. ¿Pero se le va a quitar?’.
«‘Sí, Jorge, yo creo que sí. Es que los primeros días, como nació hace tres, tengo un poquito. Pero se me va a salir, porque cuando uno está amamantando la guata vuelve a su lugar. Eso me dijo e doctor’.
«‘¡Oy, pero qué increíble! Yo no había visto, porque mi señora no quedó así. Quedó como planita…’.
«‘¡A lo mejor, Jorge, la fajaron! ¿Sabí qué? ¡No sé que la abrán hecho! Yo vengo llegando, me siento mal, ¡no se le puede decir eso a una mujer! Porque no se hace’.
«Y ahí venía Mauri con el huevito y me dice ‘¿qué pasó?’. ‘¡Nada!’. Y subí.
«Quiero que lo sepan, hombres y mujeres, que no se habla del cuerpo del otro, primero. Segundo, ¡ya está! Hay gente que queda así, que se pone el jeans altiro. Hay gente que no. Y de verdad que el útero se tiene que acomodar».
