«Me ponía tatuajes para quimioterapia. Iba de vikinga a ponerme la quimio… Ordené a mi mente a que creyera que era una guerrera», relata Claudia Conserva
«Me lo creí. Ordené a mi mente a que creyera que era una guerrera. Una vikinga», afirma Claudia Conserva en Brava.
La animadora de 49 años grabó con celular sus once meses de lucha contra un agresivo cáncer de mamás. El material se transformó en un documental cuya primera parte emitió TVN, liderando el rating con un promedio de 10,3 puntos, tres décimas de punto más que el segundo lugar, ocupado por Mega.
En un momento de la emisión la conductora relató cómo la fantasía le ayudó a enfrentar un panorama muy difícil:
“Tenía que internarme en la clínica, me iban a abrir, me iban a instalar el catéter y comenzaba de inmediato la quimioterapia muy agresiva. Y cuando me acosté dormí bien, y algo soñé que me despierto y era una vikinga”.
Juan Carlos Valdivia: “Tomarlo como, entre comillas, una fantasía y juego y un desafío, tomando la ficción como referente, me pareció súper válido. Ahora, cuesta entenderlo al resto, el resto ve ahí que se pinta o que juega a que está haciendo una lucha como vikinga. Es raro.
“Pero también súper legítimo como parte del juego, en medio de esta situación que parece irreal, traer la ficción y la irrealidad, entre comillas, sirve como una manera de enfrentarlo. Y creo que al final todo sirve”
Claudia Conserva: “Yo me ponía tatuajes para cada quimioterapia. Iba de vikinga a ponerme la quimio y le daba órdenes. Entonces estaba ahí en la camilla con mis tatuajes y llevaba audífonos y empezaba ‘¡vamos! ¡Ganglios, abran las compuertas, está entrando el veneno! ¡Células positivas, células sanas, cúbranse!’.
“Y me creé un mundo de fantasía. Mi hija, la Matilda, tiene una imaginación increíble y me hizo unos afiches, porque a ella le encantaba ver a su mamá, encontraba que estaba loca entera, pero convertida en vikinga, en guerrera. Me lo creí. Ordené a mi mente a que creyera que era una guerrera. Una vikinga”.