«Yo estaba convencida de que lo que había hecho me iba a hacer morir… Después entendí que mi partida no iba a ayudar en nada…», Fernanda Urrejola y la depresión
“Yo estaba metida en un hoyo sin pedir ayuda de ningún tipo. Mi gran problema era que yo era una niña que escondía todo lo que me pasaba», contó Fernanda Urrejola sobre la depresión que sufrió en su adolescencia y que incluso la llevó a un intento de suicidio.
La actriz de 41 años -quien por estos días se encuentra en Chile trabajando junto a su pareja, la directora y guionista Francisca Alegría, en la adaptación de la Casa de los espíritus de Isabel Allende a serie- estuvo en Buenas Noches a Todos y esta fue parte de la conversación:
Eduardo Fuentes: “Hay algo que me llama la atención de tu biografía y digo que bien que lo logró dar vuelta. Acá hemos hablado muchas veces de la salud mental, todos hemos tenido, tú también, lo has contado en otras oportunidades.
“Pero tú logras darle un vuelco y salir adelante. A pesar de la experiencia traumática, de cargar de una depresión, de haber pensado en algún minuto ‘hasta aquí nomás llegamos’. ¿Cómo torciste el destino?”
Fernanda Urrejola: “Bueno, yo creo que lo primero siempre, y ojalá que a todos les pase, es tener gente que confíe en ti. Creo que eso es lo más importante, los seres humanos necesitamos amor y contención.
“Igual yo estoy convencida que nuestras almitas vienen a encarnar la tierra con un propósito y que todo lo que nos pasa somos capaces de sobrellevarlo y que todos somos héroes en ese sentido.
“Y bueno, no era mi momento, tenía a gente alrededor mío que sí me amaba mucho y que me ayudó a salir de ahí. Creo que es súper importante hablar de la salud mental y de todos estos temas.
“¿Pero qué fue lo que me hizo salir de ahí? Bueno, el amor, conectar de vuelta con el amor, ver el amor a tu alrededor y sentirlo. Yo de verdad creo que todos podemos, pero tiene que encenderse esa llamita del amor y poder conectar con eso.
“En mi caso, yo estaba convencida de que lo había hecho me iba a hacer morir, entonces cuando no me morí al principio fue súper perturbador, porque no sabía qué iba a hacer. Pero después me di cuenta lo que eso generó y entendí que mi partida no iba a ayudar en nada, que solo iba a generar más problemas.
“Y pude ver que mi vida sí podía tener un sentido. Me hizo como agradecer una nueva posibilidad. No es inmediato, salir de una depresión toma un tiempo, pero lo primero era pedir ayuda.
“Yo estaba metida en un hoyo sin pedir ayuda de ningún tipo. Mi gran problema era que yo era una niña que escondía todo lo que me pasaba, mis amigos jamás supieron que yo tenía depresión, mi familia que me veía en estos cambios de ánimo a lo mejor sabía más.
“Pero yo siempre oculté detrás de una sonrisa o de mucha actividad algo muy profundo. Y cuando eres adolescente cuesta un poco más, de verdad necesitas tener ayuda. Pero ya de adulta, tiene que ver con volver a recuperar ese amor propio”
Fuentes: “¿Has pensado por qué en ese minuto escondías tu situación de salud mental?”
Urrejola: “Hoy lo veo de adulta, pero yo tenía esa cosa de la niñita perfecta, de no causar problemas, de tratar de hacer todo bien, y era como un mecanismo para sentirme querida. Entonces ser vulnerable no era parte de la ecuación.
“Además yo escuché mucho mientras crecía que era muy malo ser víctima, uno no podía ser la víctima, entonces nunca me quise poner en ese lugar y no me daba cuenta que estaba totalmente hundida y metida en ese lugar.
«Pero me costó mucho tiempo verlo. Por eso lo escondí. Prefería que me vieran como alguien que estaba bien, que todo le funcionaba”
