«Chiloé. Aparece una mujer montada en un caballo blanco. Me dice ‘en la casa tengo dos chiquillas re buenas para mejorar la raza. Vamos…'», relata Francisco Reyes
«Siempre quedé con la bala pasada sobre qué hubiese pasado si hubiese ido», concluyó Francisco Reyes luego de la historia que contó en el programa de Chilevisión Podemos Hablar.
El actor de 68 años, rostro de teleseries clásicas como Estúpido Cupido, Sucupira o Romané, recordó una propuesta que recibió siendo adolescente:
«Yo estaba en mi primer viaje a la isla de Chiloé, siendo un adolescente. Debo haber tenido unos 17 años. Iba con mi polola, que era un año menor que yo, un hermano y otra chica.
«Mochilero, pidiendo pancito en las casas, como se hacía en esa época, y todo el mundo te abría las puertas porque era un Chile, un mundo distinto al de ahora. Más amoroso.
«Siempre me gusta un poco de soledad en la vida y salí a caminar solo. Y de repente estaba parado en una lomita preciosa, muy cerca de Dalcahue. Me doy vuelta y aparece una mujer de pelo blanco, ojos celestes, vestida a la usanza chilota de la época. Montada en un caballo blanco.
«Ya me empecé a poner nervioso, porque era una aparición extrañísima. Me dice ‘¿en qué andas?’. ‘Viajando. Conociendo’. ‘Ah. ¿Y de adónde erres?’.
«De repente me dice ‘porque en la casa tengo dos chiquillas re buenas para mejorar la raza. Vamos’. Tal cual. Yo, como si me hubiesen tirado un balde de agua fría. Me encogí entero. Le dije ‘no. Muchas gracias, señora. Estoy ocupado’, no sé qué cosa. Y me fui donde mi gente.
«Ese concepto era un matriarcado absoluto, porque ella tenía el poder de decidir con quién se metían sus chicas. Me fui inmediatamente.
«La frase ‘tengo dos chiquillas re buenas’, lo que yo deduzco es que eras sus hijas, o sus nietas, porque era une mujer de pelo blanco… Siempre quedé con la bala pasada sobe qué hubiese pasado si hubiese ido».