«Mi idea es contribuir…»: Javier Olivares, ex animador de Tremendo Choque y Mekano, regresa a Chile para ser candidato a diputado
«Estoy tomándome una pausa en mi carrera como periodista de noticias aquí, en Estados Unidos. Es un buen momento para hacer cosas en Chile, más en estos momentos de tanta incertidumbre y cuando el país está en manos de personas tan inexpertas», comunica Javier Olivares.
El periodista de 35 años se hizo conocido cuando tenía 16 y aún estaba en el colegio, animando Tremendo Choque, programa de Chilevisión al estilo Mekano, en 2002 y 2003. Posteriormente también estuvo un tiempo al frente de Mekano, tras la salida de José Miguel Viñuela.
Hace menos de una década Olivares se radicó en Estados Unidos para hacer carrera en prensa y logró ser conductor de noticieros en lengua hispana emitidos a todo el país. Ahora anuncia su regreso a Chile, específicamente a Limache, donde viven sus padres y tiene casa, con la intención de postularse a diputado, por el Distrito 6 Quinta Región Interior.
El profesional lo cuenta en una entrevista en el diario LUN, donde especifica que su tendencia política es de derecha y en parte manifiesta:
«Mi idea es contribuir de alguna manera. Hoy los políticos tiene nel poder para cambiar la vida de los chilenos».
«Puede ser (por) el Partido Republicano, el que sea. Donde yo pueda ser un aporte me voy a sentir conforme».
En 2022, en una visita a Chile, Olivares contó en el programa Sin Culpa, en TV+, sobre el momento en que partió a Miami:
«Me fui buscando mayores oportunidades. Es lo que la gran mayoría de los inmigrantes hacemos cuando salimos de nuestros países. Por situación económica, por avanzar más con sus familias. Yo lo hice para crecer profesionalmente, porque quería hacer otras cosas.
«No siempre supe que quería llegar a prensa, pero sí sabía lo que no quería llegar a ser cuando tuviera 30 años. Yo tenía 16 años y conducía un programa en Chilevisión que se llamaba Tremendo Choque… No quería seguir siendo un animador juvenil a los 30 o a los 40 años. Quería crecer y evolucionar como comunicador.
«Entendí en ese tiempo, cuando trabajé en la televisión y era muy chico, todavía iba en el colegio, que iba a ser muy difícil hacerlo en Chile, porque nos encasillan mucho en lo que hacemos. Es decir, yo hacía programas juveniles y la gente iba a creer que iba a ser toda la vida el mismo niño de los 16 años. (Igual) Me siento orgulloso, ¿quién a los 16 años hace un programa a nivel nacional, diario, de dos horas?»
También se refirió a la libertad de expresión:
«Hay gente a la cual uno le cae bien, gente a la que uno le cae mal, y a mí me da lo mismo. Sé que muchas personas dicen ‘este tal por cual’.
«Trabajo para mí y por lo que yo creo, por mis convicciones personales. No tengo compromisos con ningún sector político, ni con la derecha, ni con el centro ni con la izquierda; no tengo compromisos con ningún canal de televisión. Ni aunque esté trabajando en Estados Unidos.
«Soy un profesional y si no tengo la posibilidad de expresarme como profesional mejor no trabajo en ese lugar».
