«La mano en la rodilla fue subiendo, y ya era en el muslo, el cariñito… Quería puro arrancar»: el acoso sexual que productor de un canal le hizo a Titi García-Huidobro
“Y ya la mano en la rodilla fue subiendo, y ya era el muslo, el cariñito, y ‘lo vamos a pasar bien’, y la cuestión’. Quería puro arrancar», es parte del testimonio de Titi García-Huidobro sobre el acoso sexual que le hizo un importante productor de un canal en la década de los años ’90.
La animadora de 50 años relató lo que vivió en el último capítulo de Podemos Hablar, emitido por Chilevisión:
«Años ’90, donde a lo mejor el tema del acoso sexual no era tan conversado. Donde además una, más jovencita, más pollito, te daba susto enfrentar al acosador y después contar que te había sucedido.
«En televisión, y en todo ámbito, cuando hay personas que tienen cargos más importantes que tú, la jerarquía hace mal usar ese poder. Y esto fue en dos ocasiones en un canal de televisión.
«En una fue de un productor que me dice ‘Titi, te quiero presentar un proyecto para que lo hagamos. Juntémonos en mi oficina’. ‘Ya, súper, maravilloso, voy a tener otro programa, voy a ganar más plata, otra oportunidad’.
«Llego a su oficina. Entro. Muy buena onda. Porque él siempre fue muy simpático, muy agradable, muy caballero. Hasta ese día… Él detrás de su escritorio, yo al otro lado. ‘Ya. Cuéntame del proyecto’. Y empieza ‘vamos a hacer esto, esto otro’.
“De repente se pone de pie, corre la silla y me dice ‘me voy a sentar al lado tuyo para que conversemos más cerca’. ‘Ya poh. Feliz’. Acerca un poco más la silla. Me empecé a poner nerviosa y dije ‘no es normal que estemos hablando de un proyecto, o de lo que sea, y que esté sentando tan cerca’.
“‘¿Y qué te parece?’, y la mano en la rodilla… Yo: ‘Sí, está súper bueno. Pero si quieres lo conversamos otro día’. Dije ‘¿qué hago? ¿Le paro el carro, me voy, me hago la enojada? ¿Le pego una cachetada? Pierdo el trabajo’. Te empiezas a pasar todos los rollos.
“Y ya la mano en la rodilla fue subiendo, y ya era el muslo, el cariñito, y ‘lo vamos a pasar bien’, y la cuestión. Quería puro arrancar. Uno piensa ‘chuta, acá se me va la carrera a las pailas’, porque una persona con poder en un canal puede decir ‘esta niñita lo está haciendo pésimo’.
“Fui muy tonta, no dije nada. Arranqué súper educadamente. Le dije ‘conversemos otro día’, me puse de pie y salí de la oficina. Me sentí súper pasada a llevar, menoscabada, como las pelotas.
“Yo creo que no se dio cuenta, no fue tan explícito después de ese encuentro, pero siempre tenía esa onda. Después empecé a cachar que él siempre había sido demasiado cariñoso».