Sabrina Sosa llora porque Claudio Valdivia no paga la pensión alimenticia de su hijo de siete años: «¿Cómo un tribunal permite esas cosas…?»
«A mí no me falta para comer, vivo bien… Pero emocionalmente es cansador», expresó Sabrina Sosa, llorando, sobre el incumplimiento del pago de pensión alimenticia para su hijo de siete años.
La bailarina y modelo argentina radicada en Chile, quien se hizo conocida en Yingo, terminó hace cuatro años una relación con el padre de su hijo, Claudio Valdivia, hermano de Jorge Valdivia, ex futbolista, ex chico reality.
En Sígueme y Te Sigo, donde es panelista, se emocionó al relatar que Valdivia no cumple. Sosa relató:
«Desde que el tema salió a la luz hay un mes que sí (paga la pensión), seis que no… Lo que más me da rabia es que uno puede contarlo, exponerlo, pero no pasa nada con eso y el tribunal lleva mucho tiempo teniéndome a la espera por una respuesta.
«Eso es lo que te desgasta y angustia. Porque del otro lado pueden no hacerlo, como viene pasando. Viene pasando desde hace mucho tiempo, porque esta rutina de un mes sí y seis no, el año pasado también, ¿cómo un tribunal permite esas cosas? Me siento una estúpida dejando mis constancias mes a mes, porque nunca pasa nada. Y lo sigo haciendo, pero hay 50 constancias y nadie le llama la atención.
«Para algunas cosas son rápidos y para otras lentos. Muchos se camisetean con el tema de que los niños y es puro de la boca para afuera, porque no son rápidos estos trámites.
«Nos costó el término. Fue difícil. Fue difícil aceptarlo para ambas parte. El no quería terminar. Si uno no quiere seguir es válido y más que hemos pasado por mil cosas, no tener una relación sana.
«Pero pasaron cuatro años desde que nos separamos, así y todo ha costado tener una buena relación. Emocionalmente desgata. Porque cuando salen titulares del otro lado no es que digan ‘bueno, no importa’. Hay una reacción, que quizás es de manera interna, pero existe.
«Cuando se resuelve el juicio es un monto mucho menor del que esperaba. La pensión que tengo hoy ni siquiera llega a ser el 50% de la mensualidad del colegio. Después sabemos todo el mundo la cantidad de gastos que tememos. Por eso salí para atrás.
«Lo ve. Es un papá presente. Tenemos un régimen de visitas que lo cumple. Lo que me pidieron dije que sí inmediato. Un fin de semana por medio y un día en la semana. Es preocupado de verlo. Pero en el día a día me llevo una carga grande.
«Los gastos son altos cuando uno tiene un niño. Son muchos puntos que tengo que cubrir, además de trabajar y ver qué hago para ser una mamá presente. Porque me interesa ser una mamá presente.
«A mí no me falta para comer, vivo bien. Trabajo muchísimo. Sin ir más lejos, ayer grabé doce horas. Me las ingenio para ser mamá presente, pero emocionalmente es cansador, y llevo unos días donde me he enfrentado a varias situaciones donde uno dice ‘bueno, ¿cuál es la vuelta? ¿Cuál es la solución?».