«Yo me imaginaba a Felipe (Camiroaga) amarrado con su pañuelo que siempre se ponía, como manejando el bote (salvavidas)…»: Carolina De Moras recuerda el horror del accidente aéreo de Juan Fernández
«Fue una pesadilla, del terror», dice Carolina de Moras sobre el accidente aéreo en Juan Fernández en el cual, el 2 de septiembre de 2011, falleció Felipe Camiroaga, quien animaba con ella Buenos Días a Todos y eran amigos, y otros cuatro integrante del matinal.
La ex modelo de 42 años fue el primer rostro del programa en salir a las puertas de TVN al día siguiente de la tragedia.
De Moras recordó esos momentos durante el último capítulo de De Tú a Tú emitido por Canal 13:
«Fue algo que hasta el día de hoy no puedo creer que vivimos, que vivimos como equipo, como seres humanos, como comunicadores. Me costó mucho hacer mi pega de comunicadora. Y de hecho ahí fue cuando decidí que yo quería algo más… No quiero decir real, porque se va a malinterpretar. Pero algo más en serio.
«Se nos murió un equipo y se tomaron muchas decisiones por el show al final, y ahí uno era un peón nomás de la estructura. Pero fue súper doloroso, terrible, angustiante. Nadie sabía nada.
“El sábado en la mañana dicen ‘parece que están, porque encontraron una puerta, entonces quiere decir que se escaparon y el bote salvavidas’. Y yo me imaginaba a Felipe amarrado con su pañuelo que siempre se ponía, como manejando el bote. O sea, pasamos por todas las historias y emociones.
“Fue súper duro. Ya el sábado en la noche o domingo sabíamos lo que había pasado. Fue súper duro»
Martín Cárcamo: “¿Eso condiciona después tus caminos con respecto a tu relación con la televisión?”
Carolina de Moras: “Sí. Me distancia un poco, porque me produce al final un poquito de rechazo el pensar que todo es más plástico que real. Sin pasar a llevar a nadie y a ninguna decisión tomada, quizás yo nunca las entendí, quizás me equivoqué en todo.
“Pero a mí me pasó que después empecé a ver cómo se empieza a armar todo y las estrategias, y que salga este y que entre este.
«No me dio. No me dio para pelear el espacio, no me dio para defender mi espacio, ni por la necesidad que tenía de trabajar. No me dio para nada.
“Simplemente dije ‘yo con mis convicciones creo que no corresponde que haga esto, no me siento cómoda con esto, voy a renunciar’. Renuncio y me voy”.
