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Julio César Rodríguez y su padre, fallecido en junio, en una foto de archivo que comparte en su Instagram @jcrodriguezoriginal

«¡Pero no me vai a cag… si poh! Tienes que hacerlo»: las tres tareas que su padre le dejó a Julio César Rodríguez antes de fallecer

Autor: Equipo Glamorama / 5 agosto, 2023

«Todo se lo dije», afirma Julio César Rodríguez sobre la relación con su padre, quien se llamaba como él y quien falleció en junio pasado, a los 79 años.

El comunicador ha relatado que su papá era alcohólico y que se separó de su mamá cuando él estaba en el colegio.

Ahora, en Podemos Hablar, el animador de Chilevisión realizó otro testimonio, emocionado hasta las lágrimas.

Dijo: «No tuve una historia fácil con mi papá. Cuando fui niño cometió muchos errores, porque estaba metido en el alcohol muy fuerte y tuve una infancia muy dura con mi madre».

«De niño siempre crecí como que no le interesaba tanto a mi papá… Como que mi papá no había estado orgulloso de mi nunca. Crecí con esa imagen».

También contó la última conversación con su papá, la cual duró cuatro horas, cuando él ya estaba mal:

«Cuando mi papá estaba bien mal, me llama el médico, me dice ‘vente a hablar con él porque va a empezar una época en que va a ir para abajo’.

«Llegué, me fui a la clínica y ahí estaba él. Y ese fue nuestro gran día. Porque estaba súper lúdico, todavía estaba comiendo, después le tuvieron que poner ya sonda.

«Fue nuestro gran día porque estuvimos cuatro horas hablando sin parar de todo. De mi niñez, de su problema con el copete, de las cosas que tenía pendientes.

«Me dejó tres tareas. Le digo ‘papá, ¿tienes algún pendiente? Tú sabes se viene dura la cosa y de aquí no vas a salir mejor, porque tus pulmoncitos…’

«‘Si ya caché ya. Vengo de vuelta’, me dijo. ‘¿Tienes algún pendiente? ¿Quieres hablar con alguien? ¿Te hace falta una conversa?’. Me dice ‘no. Quiero hablar contigo nomás’. ‘¿Y los dos tenemos algún pendiente? Porque por mi parte estamos flor’. Entonces me dice ‘no. Si yo también estoy flor. Te quería hablar de cuando eras chico… Yo de repente…’. Y ahí me tira toda su onda.

«Me dice ‘te quiero pedir tres cuestiones. Pero después que yo fallezca… ¡Pero no me vai a cagar si poh! Tienes que hacerlo’. Dos cosas son muy privadas, pero una es que celebráramos los 80 años. Y dos cositas más que tienen que ver con los temores de los viejos, cosas que son más íntimas».