Glamorama
Coté López y Diego Jiménez en imágenes de archivo.

Desde los cuatro años lo acogió «como a un hijo», dando hogar, auto, vacaciones y más: la «traición» del hijastro de 23 años de Coté López

Autor: Cristián Farías / Fran Varela / 6 junio, 2024

«‘La mala madrastra’ que ustedes dicen fue la que, cuando lo conoció a los cuatro años, hizo que Luis lo cambiara a un departamento porque vivían en una pieza donde el abuelo. Fui yo también quien le compré un auto a la mamá de Diego (de quien no tengo nada que decir porque es una excelente madre), para que no tuviera que ir con frío al colegio», comienza un texto de Instagram donde Coté López responde y se defiende de los ataques de Diego Jiménez y Javiera Vidal «La Sazón». Diego es el hijo mayor de Luis «Mago» Jiménez, quien lo tuvo a los 16 años, y Javiera fue la pareja durante cuatro años de Diego. Tienen un hijo de tres, Valentino.

El hijastro y la ex nuera acusaron a Coté de, en un resumen no textual, supuestamente ser una pésima persona, manipuladora, infantil y de querer separar a Diego de su padre. «Nos basureó y nos quiso lo más lejos posible», «ella le pide (a Luis Jiménez) alejarse para siempre de (Diego)», «Coté siempre culpando a (su hijastro) de cada mala decisión que tomó su esposo (Luis Jiménez)… De los carretes, de las mujeres, de todo», acusa Javiera Vidal.

Coté desmintió y respondió a cada dicho de Diego y «La Sazón». «Solo lo eliminé de mi vida (a su hijastro) y tengo todo el derecho… Por la gravedad, no subiré lo ocurrido», explicó. Y frente a la ola de críticas que recibió en redes sociales por quienes creyeron los dichos en su contra, aclaró:

«Esta misma ‘mala madrastra’ es la que invito a la mamá de Diego a Roma para que él no fuera solito y se sintiera seguro con su mamá. Esta misma mala lo cuidaba cada vez que nos iba a ver, la misma que lo tiene hasta tatuado. Esta mala persona que dicen que soy es la que siempre quería que Diego viviera con nosotros y que, cuando llegamos a Chile, lo acogí siempre como un hijo, dándole la mejor pieza. Y luego de acogerlo a él, lo hicimos con su pareja y luego con Valencho.

«Esta ‘mala madrastra’ fue la que los invitaba a todas las vacaciones. Esta mala madrastra es la que les compró todas las cosas del depa cuando se fueron a vivir solos, porque fui yo, con mi plata. Esta mala persona incluso les mandaba Cornershop con mercadería. Les daba plata para comprarle ropa a Valentino, para el cumple.

«Esta mujer a la que están matando sin ningún sentido, porque yo no he hablado mal de ellos jamás, pudiendo hacerlo, es la que cuidaba a Valentino cuando desaparecían por días de carrete. La misma que cuando ellos, en la mañana, abrían la puerta de su pieza para que el niño saliera porque ellos querían dormir, era la que le daba comida, le limpiaba la caca y cuidaba que no se fuera a la piscina. Cuando ellos tuvieron problemas, les contraté una nana para que pasaran más tiempo los dos.

«Lo de que regalé sus juguetes… ¿Saben que regalé?. Una silla de comer que estaba tirada en el patio con escombros que compré para cuando vivían acá. Se la di a alguien que la necesitaba, porque Valentino ya tenía dos años y no la usaba ni vivía aquí. El resto de sus juguetes siguen, aquí al igual que todas las cosas de ellos que dejaron cuando dejaron el depa porque, si no saben, Valentino vive con Diego con la mamá de Diego. No con Javiera. Porque Diego puede ser todo, pero sí es un buen padre.

«Voy a aclarar algo: Luis nunca dejó de hablar con Diego, ni nada. Ellos quieren atacarme a mí. Porque cuando Javiera dice que no somos amigas, le dijeron un par de tonteras y le bajó la locura creyendo que fui yo. ¡Ya!, Ya tienes la fama que tanto querías. Espero que estés contenta, que intentando ensuciarme filtrando estupideces, les rompieron el corazón a mis hijas y eso es imperdonable. Y le quebró el corazón a Luis. Finalmente lo doloroso es la traición y lo malagradecidos».