El «sueño arruinado» de Pepi Velasco con la casa de barro que se construyó en la Comunidad Ecológica
Era el «sueño» de su vida. Pero, a los seis meses, la lluvia traspasó el techo y se empezó a caer el revestimiento de diferentes paredes, entre otros desperfectos. El arrendatario que tenía se fue y Pepi Velasco, figura de teleseries desde Hippie a Perdona Nuestros Pecados, tiene que hacer reparaciones de marca mayor. Así lo contó la actriz de 62 años en Podemos Hablar.
«Avancen al punto de encuentro quienes hayan visto arruinado el sueño de su vida», pidió el animador Julio César Rodríguez a sus invitados. Velasco entonces relató el drama con su casa:
«Tengo un sitio en la Comunidad Ecológica. Y me hice mi cabaña. Sola. Con mucho esfuerzo. Contraté a una amiga arquitecta, empezaron los maestros a construirme la casa, que fue un drama, porque me la construí en el peor momento de la historia del mundo: post pandemia.
«No tenía muchas lucas, entonces yo era la jefa de obra. Iba a comprar una madera, tres lucas. A los dos días iba a comprar la misma madera, porque siempre falta, tres lucas y media. A la semana, cuatro lucas. De partida, la casa me salió el doble de lo que yo pensaba, y casi el triple.
«Yo jefa de obra, entonces se me iban los maestros a las 18. A las 18 te tenían la cartera colgando y apretaban. Y me llegaba el camión del flete, porque era más barato después de la 18. Yo descargaba todo con el amigo del flete que me hice, con Jacobo. Las maderas, los fierros, alambres, las cosas del techo. Las pajas, porque es de paja mi casa. Tengo unos músculos que te morí…
«La casa quedó preciosa. Es muy bonita. A los meses, primer invierno, año 2023, me llama la persona a quien se la arrendé. Me dice ‘Pepi, por favor ven a ver la casa’. Voy.
«El techo tenía así un forado. Mi casa es de paja con arena. El techo quedó mal puesto, el agua empezó a caer y el techo desapareció en el living… Voy al baño con un maestro, el maestro con un dedo atraviesa el muro de la ducha y llega al otro lado. No le pusieron cemento, le pusieron pura arena con barrito. ¡Y era la ducha!.
«Y así, montones de cosas. La loggia es de barro, entonces empezó a llover tanto, que la loggia se empezó a caer y empezó a subir el barro. Se está desarmando. El arrendatario se fue… Ahora le estoy metiendo más plata y haciendo las cosas bien, pero es caro poh».
