«Fui grabada en una situación íntima», «sin ropa, en el baño», «(mi ex marido) puso cámaras ocultas… Arriba de la cama», expone Daniella Campos
«Fui grabada en mi intimidad… En la situación más íntima que puede tener un ser humano», alcanzó a decir Daniella Campos antes de quebrarse y llorar en Podemos Hablar, donde relató que su ex marido «nos puso cámaras ocultas en la casa… Sin mi consentimiento».
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Porque el matrimonio de la ex Miss Chile, periodista y protagonista del «mechoneo» que dio inicio a la farándula en Chile, se transformó en una guerra a través de la cual su ex esposo, el ingeniero Esteban Caldentey, con «la intención de quitarme a mi hija», la somete a un «acoso judicial», según testificó Daniella.
Campos afirma que «tengo casi 30 causa en familia, seis en civil, cuatro en penal». Uno de los procesos judiciales, que dice «ganamos hasta en la Corte Suprema». se centra en que Caldentey «nos puso cámaras ocultas en la casa. Nos grabó durante tres meses en mi convalecencia, cuando salí de la última cirugía grande que tuve, que me mantuvo tres meses en la clínica».
Campos relató el caso en el programa de Chilevisión:
«Imagínate en el estado que llegué a mi casa, que tuve que aprender a caminar de nuevo. Este señor nos grabó tres meses a mi y a mi hija. (Puso las cámaras ) Arriba de mi cama y apuntando al baño y al clóset. En tres lugares que son de la intimidad.
«El estaba fuera de la casa, nosotros ya nos habíamos separado… Cuando me voy a la clínica a operar, ese día él entró a la casa y obliga a las personas que estaban adentro a salir de la casa… No quiero decir más cosas porque me pueden perjudicar. Eso está en los tribunales. El se queda en la casa a cargo de nuestra hija. Durante esos tres meses que estuve en la clínica él aprovechó de poner las cámaras dentro de los sensores de movimiento…
«No solo me veía online. Me estaba observando todo el día. Todas mis sesiones de psicóloga, de psiquiatra que tuve, fueron todas grabadas.
«(Llegamos) Hasta la Corte Suprema, porque él apeló y nosotros ganamos hasta en la Corte Suprema. Yo gané una protección constitucional donde se ordenó que esas imágenes tenían que ser devueltas en cinco días a mi poder».
