Glamorama
Abel Zicavo y Camila Vallejo en una imagen de archivo tomada de la web.

«Una nueva personita se integrará a la familia»: la buena nueva de Camila Vallejo junto a su esposo, el músico Abel Zicavo

Autor: Cristián Farías Ravanal / 1 agosto, 2024

«Estamos muy felices porque una nueva personita se integrará a la familia», es la buena nueva que comparten en Instagram Camila Vallejo y su marido, Abel Zicavo. La ministra Secretaria General de Gobierno detalla que «han sido tres meses de intensos síntomas, pero también de mucha emoción por este nuevo y maravilloso paso en nuestras vidas».

La geógrafa -madre de una niña de doce años- y el  músico que integró el grupo Moral Distraída junto a su hermano Camilo -esposo de Denise Rosenthal- y ahora tiene la banda Plumas, se casaron en febrero de 2023.

(Vea aquí el capítulo Simplemente Kenita, de la docuserie Todo por la Tele):

Entonces los novios tenían organizada una fiesta de matrimonio pero, debido la emergencia nacional por los incendios, suspendieron el evento. Optaron por casarse por el civil y con una recepción para amigos y familia.

En junio de 2022 Zicavo se refirió a su historia con la geógrafa. Estas fueron parte de sus palabras:

«Fue a mediados del 2016 cuando nos conocimos. Nos presentó su hermana mayor, Javiera, a quien yo conocía desde hace varios años»

«Cuando empezamos a tener onda, la Cami me dijo ‘oye, tengo que ser súper honesta: me dijeron que tú eres cantante de una banda, pero no tengo ni idea de tu banda, nunca he escuchado nada de Moral Distraída’.

«La invité a un concierto y esa fue la primera vez que nos escuchó. Y nada, nos enamoramos brutalmente».

«Hay cosas que han cambiado su forma (desde que Vallejo asumió como ministra), pero no ha mermado porque la Cami es de esas personas que puede ver una película, después va al cumpleaños de un amigo y al otro día en la mañana se despierta, corre siete kilómetros, se va a trabajar otras ocho horas, llega a la casa y tiene siete seminarios.

«Yo no soy de esa gente y no sé cómo lo hace. Es muy determinada y trabajadora. Cuando hay que trabajar, hay que trabajar y tiene una convicción imbatible.

«Eso de las 40 horas no aplica para ella. Trabaja diez, doce horas al día y cuando termina llega a la casa y dice ‘vamos al cumpleaños de mi amiga’. Y yo la miro y me pregunto con qué fuerza. Y ahí baila y feliz.

«Yo no tengo esa fuerza. Y hay momentos en los que tienen que estar y mala suerte nomás, porque es la responsabilidad del cargo, así lo entiendo. Por eso cuando no puede estar en cuestiones familiares, es como ok, no importa”.