Perdió 15 kilos de peso, la vecina la ayudó con mercadería y teme que le quiten su hogar: el trance de Titi Ahubert con su marido en prisión preventiva
Titi Ahubert anda con un nudo en la garganta y quince kilos menos. A punto de soltar una lágrima en cada momento y a cada paso que da por una casa en San Damián con espacio para dos o tres familias, con jardín tipo parque y decoración de tienda de Las Condes. Pero el lugar no está como en los buenos tiempos. La despensa no está llena ni mucho menos y en una pared se apoya una rumba de cuadros de tamaño large y marcos gruesos y costosos que adornaban las paredes y que ahora están a la venta.
(Vea aquí la docuserie Todo por la Tele, con un capítulo donde Dj Black cuenta qué pastilla le dio a Cathy Barriga en La Granja Vip, hace 19 años, y el mea culpa de Mario Velasco por el caso «Las Arañitas»:)
La fundadora de la farándula cuando, en julio de 1999 fue mechoneada por Daniella Campos en la disco Skuba por culpa de Iván Zamorano, vive el momento con más dificultades de su vida desde que en abril su marido, el empresario Daniel Sauer, fue detenido por presuntos delitos tributarios, emisión de facturas falsas, lavado de activos e infracción a la ley del mercado de valores, en medio del caso audios. Quedó con prisión preventiva y Titi en plena desolación.
En junio Glamorama se reunió con la periodista de 46 años para dar su testimonio para la docuserie Todo por la Tele, realizada por La Tercera, La Cuarta y este sitio. Una producción que repasa y celebra los 25 años de la farándula que ella inició. El momento le sirvió para volver en su memoria a momentos bonitos, como señaló. Vea el episodio aquí:
Ese día de junio Titi vivía la desesperación. Ya había vendido su auto y se había comprado uno de mucho menos valor para así poder pagar cuentas y cumplir con los gastos de ella y sus tres hijos, la mayor de su primer marido y los dos menores junto a Daniel Sauer.
Ahubert contaba que no tenía nada: la casa no es suya y temía que se la «quitaran» en cualquier momento por el tema de su marido. No guardaba ahorros y ni los Sauer ni su propia parentela la secundaba en el tema monetario. Dijo que su vecina, dueña de una casa de aún mayor esplendor, la había regalado mercadería.
Titi tenía rabia con su marido, quien un día antes había enviado un ramo de flores de más de un metro de diámetro. Aseguraba que ella nunca supo nada de los negocios de Daniel. Se lamentaba que hubiesen pasado una últimas vacaciones con todas las comodidades. Si ella hubiese sabido el mal momento en que estaban, lo hubiese evitado.
La ex amiga de Iván Zamorano lloró durante la entrevista para Todo por la Tele. Sin embargo, en sus palabras había la misma calidez y cierta ingenuidad que en 1999, cuando tenía 20 años y saltó a las portadas por el mechoneo en la Skuba. Entregaba más ejemplos de sus penurias de tipo económico y repitió que no tenía de dónde sacar.
«Yo me casé con un hombre bueno, no con un delincuente», aseguró Titi en El Mercurio este fin de semana, repasando su caída en desgracia.
