Glamorama
Jaime Vadell en una imagen tomada de la pantalla de De Tú a Tú, en Canal 13. Susana Bomchil junto a su hija Alexandra en una foto tomada por Sergio Olea y publicada por el sitio YoFui.com en 2007.

«Vivir con una persona que no se acuerda es como si no se hubiera vivido… Pero ella mantiene un amor tremendo. Me reconoce altiro»: el amor sinfín de Jaime Vadell por su mujer, la también actriz Susana Bomchil

Autor: F. Varela / C. Farías / 10 septiembre, 2024

“Como las we…, no tiene otra expresión», resume Jaime Vadell sobre la enfermedad que sufre su mujer, «el amor de mi vida», la también actriz Susana Bomchil. El mal afecta su memoria y por el cual necesita el cuidado de una enfermera.

(Vea aquí el capítulo final del documental Todo por la Tele, protagonizado por figuras, desde Julio César Rodríguez y Karen Doggenweiler a Carla Ballero y Adriana Barrientos, quienes desmenuzan el auge, caída ¿y renacimiento de la farándula?:)

Se enamoraron hace cinco décadas. Ambos estaban separados y tenían sus hijos. Formaron un hogar y trabajaron juntos. Jaime tiene 88 años y Susana 84. El contó en De Tú a Tú que aún trabaja porque lo necesita para generar recursos y poder cuidarla a ella.

“Es el amor de mi vida. Aquí ya nada más, y ella también, porque ella tenía su vida. Tiene dos hijas grandes», detalló en el programa de Canal 13 el actor de cerca de 30 películas y 40 teleseries, desde La Madrastra a Probre Gallo y Tranquilo Papá.

«Me enamoré mucho. Me llamó la atención su alegría de vivir, su capacidad generosa y su belleza. Que los dos tuviéramos entrenamiento ayuda mucho para no ser tan tieso de mecha”, contó el intérprete.

Vadell relató sobre la salud de su pareja:

«Ella ha estado medio delicada de salud, esa palabra es jodida. Y esas cosas hay que apechugar con ella nomás, no te puedes hacer el leso. Está delicadona, pero bien.

«Yo tengo enfermera (para ella). No podría venir para acá, no podría haber hecho las películas que hice ahora, en fin. Yo tengo que seguir trabajando. Además necesito plata. Jodido, bien jodido. Prefiero no pensar mucho, porque eso entorpece todo.

“Tiene conciencia relativa, pero tiene conciencia de que no está bien, de que ha perdido movilidad, que está mal en ese sentido. Fue gradual pero bastante rápido, una gradualidad bastante violenta. Pero se ha estabilizado, no ha seguido avanzando, está estable”

Martín Cárcamo: “¿Y cómo es para ti que la pareja a la que tú amas…? Terrible, ¿no?”

Jaime Vadell: “Sí, es pésimo, qué quieres que te diga”

Cárcamo: “¿Y lo conversaste con ella a medida que empezó a avanzar?”

Vadell: “Sí, pero no sacas nada, porque se olvida poh. Entonces es muy jodido. Muchas cosas que ya no recuerda. Y muchas cosas que extrañamente recuerda, que uno dice ‘¿por qué se acuerda exactamente de eso?’.

“Es bastante desconcertante. Y vivir con una persona que no se acuerda es como si no se hubiera vivido. Pero ella mantiene un amor tremendo. Le carga cuando yo no estoy, eso me jode un poco, porque me da no sé qué salir. Me reconoce altiro, en cuanto entro. Y puede estar en cama, me estira la mano. Me reconoce”.