«Me pedían solárium, ponerme pechugas, uñas largas», afirma Javiera Contador sobre sus inicios en las teleseries en 1994
Hace 30 años Javiera Contador entró a trabajar a la televisión, en las teleseries. La primera fue Rojo y Miel, con Felipe Camiroaga, en TVN, en 1994. Era una época en que las áreas dramáticas exigían a sus figuras femeninas estándares físicos imposible. Así lo relató la actriz de 50 años en el podcast Dale Color, que Euge Lemos conduce en su canal de YouTube:
“Yo no tengo pechuga y me gusta eso, porque en algún momento, cuando entré a la tele, me sugirieron que me pusiera más pechuga, porque el canon estereotipado es una persona 90-60-90.
«Yo era súper flaca cuando entré, entonces no tenía nada de pechuga, pero a mí me encantaba. Entonces me miré y me encantaba no tener pechuga. Y puedes no usar sostén y da lo mismo, porque funciona. Y dije que no.
«Como también me pedían que por favor fuera lo más bronceada posible, que fuera al solárium. Y fui al solárium y me quemé, porque soy súper blanca, me dio un poco de alergia y me quemé con manchas, entonces fue como ‘oye, no me está funcionado el solárium’. Igual mi discurso era ‘te apuesto que a Nicole Kidman nadie le pide que vaya al solárium’.
“Nunca me dijeron ‘tú no eres la Nicole Kidman’, pero imagínate a ella le dijeran ‘te queremos bronceada’. Además hay que gente que no da el bronceado, que es importante que se sepa. Yo voy a llegar así (rosada), voy a caminar por la calle y la gente va a decir ‘¡aaah!’. Y después voy a llegar a un (tono) té con leche. Más que eso no me pidas, no va a resultar, entonces mejor un blanco bonito.
“Pero sí me pedían solárium, ponerme pechugas, uñas largas. Todo era estereotipo”