Ivette Vergara se desmayó, comenzó a vomitar y estuvo una hora intentando ponerse de pie nuevamente tras larga espera en el backstage de la Gala de Viña: su hijo Nico y «La Guarén» desesperados
Pasadas las 2 AM Ivette Vergara se desplomó sobre el piso del backstage de la Gala de Viña. Tras la caída comenzó a vomitar. Según la investigación de Glamorama, su hijo Nicolás, quién también estuvo en el evento, corrió con desesperación hacia su madre de 52 años.
La comunicadora y su hijo mayor habían esperado horas, al igual que decenas de invitados, esperando entrar a la red carpet en una jornada que se extendió desde antes de las 21 horas hasta cerca de las 3 AM en el Sporting Club de la Ciudad Jardín y que es criticada por el desorden y las faltas de respeto detrás del escenario.
Ivette y Nico ya había desfilado. La transmisión de Mega había terminado. Pero para la ex Seleccionada nacional de voleibol fue demasiado. Con un vestido que pesaba doce kilos, ni siquiera su cuerpo de atleta aguantó.
En el piso y vomitando, no hubo servicio médico de emergencia que la atendiera. Rafa Araneda fue el primero en reaccionar. Se dirigió junto a un integrante de su equipo y le dio los primeros auxilios a la animadora.
Luego acercaron una silla para poner los pies de Ivette sobre ella. Pero Vergara no respondía de la manera esperada. Nico y su ex polola, «La Guarén» -Valentina Torres, quien también participó en la Gala-, se hundían en la preocupación y en la indignación debido a la falta de ayuda por parte de a organización.
Tampoco los otros invitados que a esa hora aún estaban en el Sporting prestaron auxilio. La comunicadora Rosario Bravo -que realiza el podcast ¿Cómo están los Weones? junto a Daniel Fuenzalida- pasó por el lado junto a su marido, de profesión cardiólogo. El solo mencionó un «está bien lo que están haciendo», y siguieron.
Posteriormente trasladaron a Ivette hacia un sofá donde la atendieron. Apareció una enfermera. «La Guarén» le hacía cariños. La conductora, después de una hora, pudo dar unos pasos con mayor seguridad. La llevaron a un vehículo donde pudo retirarse tras una noche que nunca esperó terminar de esa manera.