«Jamás me hicieron el examen, ni a una sola de las cinco víctimas actuales, para lograr encontrar drogas de sumisión»: la gravedad de la acusación de denunciante de Jorge Valdivia, la misma a quien contactó Maite Orsini
«Somos cinco víctimas (de Jorge Valdivia)… Una de ellas de tan solo 16 años, con exactamente los mismos hechos», es una de las afirmaciones con que la tatuadora que, en octubre pasado, denunció a Jorge Valdivia por presunta violación, causa impacto, provocando una ola de comentarios en redes sociales.
A casi seis meses de que dos mujeres denunciaron al ex futbolista por los mismos delitos de carácter sexual, y de que Valdivia fue formalizado y cumple arresto nocturno en la casa de Daniela Aránguiz, la primera víctima que recurrió a la justicia publicó en Instagram un texto donde acusa que «llevo meses esperando diligencias que no se hicieron, exámenes que se me prometieron y que no se cumplieron».
«Merezco ser escuchada. Y ya que nunca logré una segunda reunión decente con el Sr. Fiscal a cargo de mi caso, uso mis propias herramientas para hacérselo saber», argumenta, justificando su publicación.
La denunciante expresa:
«Sr. Fiscal, no olvide cumplir su palabra. Puedo refrescarle la memoria con una grabación suya prometiéndome exámenes y diligencias, para así compensar el error de arruinarme la vida debido a la filtración de mi denuncia con todos mis datos e información personal.
«Solo pudimos vernos las caras una vez durante todo este tiempo, ocasión en la que le expliqué detalladamente todos los errores que hubo en el levantamiento de cámaras, mi inquietud por la filtración de mi denuncia y el pronto aviso y acceso que tuvo Jorge Valdivia a esta; ya que, aun estando en el Servicio Médico Legal, siendo examinada, él me llamaba para saber por qué lo estaba denunciando (imagen adjunta a la carpeta investigativa).
«También me tomé el tiempo de explicarle qué eran las drogas de sumisión y qué es el GHB, también conocida en Europa como la droga de la violación… Usted dijo no tener idea, a pesar de la existencia de un documento publicado por Fiscalía refiriéndose a esta droga en el 2007, y concluyendo en el mismo la falta de herramientas para poder encontrar rastros de sus componentes en las víctimas. (Recuerdo haberle facilitado este paper para hacerle el trabajo más fácil y que me creyera).
«Estaba la capitana de Labocar con nosotros en esa reunión, a quien le agradezco el contacto continuo que tuvimos y a quien pude informarle y entregarle también todo lo que había aprendido sobre el funcionamiento de esta droga, que he estudiado incansablemente.
«Con ella pude confirmar que no contaban con la tecnología que necesitábamos para dar con el componente, pero que podíamos hacerlo a través de un laboratorio independiente. Esto fue propuesto y aceptado por usted, Sr. Fiscal. Me prometió hacerlo de forma externa, cumpliendo un plazo máximo de un mes, como compensación por la falta grave al no haberme protegido. Con el tiempo se me notificó que ya estaba aprobado el examen con dos laboratorios.
«Hasta la fecha, jamás me hicieron el examen (ya han pasado cinco meses), ni a una sola de las cinco víctimas actuales».
Luego, se pregunta: «¿Y por qué no se está adjuntando el tercer caso que está bajo reserva? ¿Por qué llevan escondiendo tanto tiempo que hay dos niñas que sufrieron la misma situación? Una de ellas de tan solo 16 años y la otra de 19, con exactamente los mismos hechos».
La denunciante es una tatuadora a quien Valdivia contactó para que realizarse un de esos dibujos. El domingo 21 de octubre se reunieron en el restaurante Chicha en Ají, en Providencia, para conversar el tema del tatuaje.
La presunta víctima aseguró que tras un segundo pisco sour no recordó nada y que despertó al día siguiente confusa y con dolor genital. Su caso se basaría en el supuesto uso de una droga de sumisión.
Tras conocerse el asunto la diputada Maite Orsini se comunicó con la tatuadora («para protegerse a sí misma», afirmó La Tercera). Por ese tipo de acciones durante la relación de la política con Valdivia, fue sancionada por su partido, el Frente Amplio.
En tanto, en octubre pasado, tras el testimonio de la primera víctima, una segunda mujer acusó una presunto abuso similar, ocurrido solo tres días antes.