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Lo más bochornoso, sufrido e intenso de la tercera noche de Festival

Autor: admin_copesa / 26 febrero, 2014

El look de Carolina

Carolina de Moras tiene cuerpo de amazona, facciones de modelo internacional, piernas interminables y altura kilométrica. Imposible que salga mal en una fotografía. La cámara televisiva la adora. Pero no ha sacado ni un vestido a la altura. El problema está claro: Los nuevos y jovencísimos diseñadores chilenos que ha escogido no han sido capaces, al menos hasta anoche VEA AQUI LA GALERIA CON LOS MEJOR Y PEOR VESTIDOS DE LA TERCERA JORNADA, de hacerle un vestido con buena tela, caída y, especialmente, armonía. Usó un nuevo modelo de Karyn Coo, que en televisión se veía con un top poco riguroso y un tajo mal ejecutado. El experimentado Rubén Campos, el elagante Luciano Bráncoli o el niño maravilla Paulo Méndez la habrían convertido en una reina.

 

Luna intensa

Hace dos décadas que Ana Gabriel no venía al Festival de Viña. Y anoche demostró que aún es capaz de emocionar con su potente y especial voz y con esos gestos mezcla de mexicana y geisha sufriente, en himnos como Luna o Quién Como Tú. Su registro vocal es impactante. Su lista de éxitos y versiones de clásicos en español, asombrosa. Además, tiene la legión de fans más impresionante de este Festival. Ellos la eligieron la artista más popular del certamen y, además, le dieron peaks de rating de hasta 48 puntos. Lejos, lo más visto de Viña 2014.

 

Fome y pifiado

El humorista Ruddy Rey empezó con todo en contra. Salió al tablao justo cuando la Quinta Vergara seguía pidiendo Ana Gabriel. Para peor, la mexicana no regresó. Pero Rey comenzó mal y terminó peor. Con una rutina musical que hasta los años 90, máximo, podría haber funcionado, pero que hoy resulta un suicidio. Había que tener dos dedos de frente para haberlo previsto. En Twitter se repitió el adjetivo “fome” decenas de veces. Lo pifiaron de principio a fin y Ruddy salió del escenario tras un perfecto fracaso.

 

El maestro Raphael

El artistazo español de 70 años es un cantante feroz, un actor intenso, un entretenedor que puede mantener cautiva a una audiencia durante su par de horas. Para qué hablar de su interminable lista de éxitos radiales. Y a pesar de que ya no hay lifting que no se le note, Raphael de España hipnotiza.