Lo más repudiable, latero y magnífico del Festival
Carola ganó. Sus vestidos no.
Carolina de Moras terminó ganándose el cariño del “monstruo” como pocas lo han hecho. En Twitter la gente la apoya y desaprueban a quienes la atacan. Lo hizo bien para llevar cuatro años en televisión. Su mayor triunfo fue que no tuvo ninguna metida de pata catastrófica como Eva Gómez y fue dos, tres veces más humilde, simpática y emotiva que la densa española. Además, sólo compite con Cecilia Bolocco y Tonka Tomicic como la más regia, estupenda, bella de la historia de Viña. Sólo hubo un pero: los vestidos. No salvó ninguno. Fue un festín de mal corte, telas que no estuvieron a la altura y falta de concepto. Los nuevos diseñadores que la vistieron no sólo demostraron que no estuvieron a la altura. Además, mostraron la hilacha, armando cahuín con el tema. Y esa es la peor falta de elegancia.
La reina pilucha
La dupla de la actriz Sigrid Alegría y el rostro e Alfombra Roja Pancho Saavedra formaron una dupla feroz. Imbatible. Realizaron la mejor campaña de una candidata arena en la historia del Festival. Saavedra estuvo detrás de los triunfos de Andrea Dellacasa, Carolina Arregui, Dominique Gallego, y Cathy Fulop. Pero con Sigrid logró la perfección. Desde su anuncio hasta el piscinazo a cuerpo pintado, detrás de todas sus actividades hubo organización, profesionalismo, dignidad, respeto y talento. Por eso la actriz se robó el protagonismo del Festival.
Humoristas vulgares, impresentables
Este mal lo empezaron Mauricio Flores y Oscar Gangas en Viña 2011. Sus rutinas fueron vergonzosas. Con una sarta de garabatos, chistes coprolálicos, ni siquiera de doble sentido, sino que directamente vulgares Ofensivos. Entonces el Consejo Nacional de TV aplicó una multa histórica a Chilevisión, por atentas contra “la dignidad de las personas” por la “mofa a las minorías sexuales en forma grotesca y vulgar”. Pero el canal no aprendió. Y el humor en Chile se fue tornando peor. Hasta llegar a los niveles que Los Locos del Humor o los PayaHop, por poner sólo un par de ejemplos, presentaron este año. Y los premiaron con Antorcha y Gaviota. Impresentable.
No hay derecho: La competencia internacional
La razón del Festival, originalmente, fue la competencia musical. Eso fue hace décadas. Hoy la competencia es un chiste, a la altura de los de Ruddy Rey, el único pifiado de este año. O sea, está mal, muy mal. Los participantes desafinaron de una manera impresionante. Los temas fueron presentados con gente disfrazada haciendo coreografías de kermese colegial a altura del Festival de Dichato. Para remate, el ganador de este año, Jeffery Straker, que representó a Canadá, es una burda copia del famoso cantante pop Mika.
El Hollywood gaviotero
Chilevisión convirtió la gala en una alfombra roja a nivel internacional y en el programa más visto del 2013. Y esta vez estuvo igual de sabrosa, con una buena cantidad de invitados famosos, vestidos largos y joyas, polémicas y una transmisión a la altura. Sólo la invitación del español fue innecesaria, habiendo tanto personaje más carismático en Chile.
Don Rafa Araneda
Después de Antonio Vodanovic, viene Rafael Araneda. El animador maneja el escenario más importante de Chile sin faltas, a la perfección. Tiene un dominio de voz que impresiona, un despliegue elegante, sobrio, pero no falto de simpatía. Cada año con Chilevisión fue progresando, madurando, conociendo mejor a la Quinta Vergara. Hasta que terminó adueñándose de ella. Sólo un detalle mínimo: con un smoking de Tom Ford o un traje Armani mataría.
Lo magnífico
Tener a Ricky Martin y a Rod Stewart es un lujo, un festín. Y Viña los tuvo en la misma semana. El intérprete de Livin’ La Vida Loca regresó convertido en una estrella planetaria y mató. Y el británico es parte de la realeza del rock, de la cultura pop y dio una clase magistral. Ana Gabriel llegó a marcar 48 puntos de rating e impactó en lo más profundo a su legión de admiradores chilenos. Laura Pausini fue una bomba de calidez, humanidad e intensidad italiana. Es un privilegio tener a Tres, Raphael y Fito Páez, aunque ya se les haya visto muchas veces. Y el argentino Jorge Alís es la gran gerencia de este Festival. Simplemente el segundo comediante más gracioso y talentoso que tiene el país hoy. Primero está Kramer.
