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FOTOS: Los 10 matrimonios más bullados, criticados y polémicos de la televisión y la farándula

Autor: admin_copesa / 25 abril, 2014

Raquel Argandoña y Eliseo Salazar:

El primer matrimonio tipo “evento”

Sesenta pavos, 200 kilos de asado, 600 botellas de vino, 150 de whisky, 300 de champaña y una torta de casi dos metros consumieron los 500 invitados a La Querencia para el matrimonio que inauguró las bodas televisas en Chile MIRE AQUI LA GALERIA DE FOTOS DEL RANKING DE MATRIMONIOS-. La noche del 10 de marzo de 1984, Raquel Argandoña vestida de blanco estilo Quintrala y el piloto Fórmula Uno Eliseo Salazar tenían como testigos de su boda a 15 mil curiosos fuera de la Iglesia San Francisco y a todo el resto del país, que siguió las alternativas del enlace por diarios, revistas y televisión, enterándose de detalles como que los globos de la fiesta eran negros y fueron traídos, por primera vez a Chile, desde Estados Unidos.

 

El apoteósico:

Cecilia Bolocco y Michael Young

La práctica de los “auspicios” llegó al máximo para el casamiento de Cecilia Bolocco, el 3 de marzo de 1990. Descrito como «el gran acontecimiento en la historia del jet set criollo» por Tomás Cox, el productor del espectáculo, los 50 millones que costó la ceremonia en la Iglesia Recoleta Dominica y la fiesta en el Palacio Cousiño fueron costeados en gran parte por empresas. Revista Cosas pagó siete millones de la época por la exclusiva, los vestidos de la novia y su familia fueron regalados por Luciano Bráncoli, un hotel rebajó el precio del menú a la tercera parte de su valor y una marca de licores y otra de gaseosas puso las bebidas. Pero, a pesar de lo espectacular, no todo resultó como Cecilia quería. Su traslado en helicóptero desde el Palacio Cousiño al hotel donde pasaría su noche de bodas, con parada en la Alameda, no pudo concretarse.

 

El polémico:

Gonzalo Cáceres y Sarita Vásquez

“Gonzalo ahora es un hombre hecho y derecho”, tituló el diario La Tercera su crónica sobre el polémico matrimonio del esteticista, el 30 de mayo de 1998. Parte del texto describía así la boda: “Se supo hasta el color del pijama del novio. Desde la tarde de ayer una radio informó en exclusiva que Gonzalo se estaba vistiendo, que ya salía, que transpiraba , que esto y lo otro. Y pasadas las ocho de la noche, una limusina Lincoln Royal color burdeo, ligeramente más pequeña que la del mismísimo Bill Clinton, surcaba rauda la avenida Kennedy, seguida de una bandada de paparazzis chilensis.  En la Alameda, poco más abajo de Estación Central la `limo’ entró contra el tránsito para despistar a los polizontes y una horda de gente cayó encima de su esteticien preferido, que bajó muy peinado, con smoking que apresaba su abultado cuello y unos anillos de esos que cuesta levantar la mano. Gonzalo Cáceres en éxtasis llegó a la Catedral Evangélica del brazo de mami. Movía la manito a un lado y al otro, así como sabe hacerlo él, para saludar a su público. Los ojos, que últimamente varían del negro al violeta, estaban húmedos, mientras le metían micrófonos hasta por el cuello blanco virgen, de su camisa.

 

“Sarita llegó después, arrastrando un vestido que superó cualquier expectativa. Con sus curvas suavemente resaltadas por un corte que luego se levantaba en la parte trasera, para terminar en una cola de tul, de esas que, los que no saben de finuras, encuentran como de cortina italiana”.

 

TVN pagó 8 millones de pesos por la exclusiva. Entre los invitados estuvieron Raquel Argandoña, Julio Videla, el “Palta” Meléndez, Felipe Viel, Palmenia Pizarro, Checho Hirane y Lucho Jara, entre otros. La cena fue en el Círculo Español y la noche de bodas en el Sheraton.

 

El novio llegó de blanco radiante:

Marcelo “Chino” Ríos y Giuliana Sotela

Se casó de blanco radiante. Entero de blanco. Además, el padre de Marcelo “Chino” Ríos también llegó albo completo al matrimonio del tenista y la costarricense de 17 años, Giuliana Sotela, el 26 de diciembre del 2000.

«Se parecen a Bombo Fica con su hijo», comentaba un curioso que presenciaba afuera de la Iglesia Santa Ursula el matrimonio religioso del deportista. La misa fue oficiada por el sacerdote Raúl Hasbún, quien señaló que «el tenis es como la vida». Luego, según indicó La Tercera, más de 500 invitados asistieron a la recepción realizada en el Club de Golf las Brisas de Chicureo. Además de la cena y la música en vivo, a cargo del grupo Editus y la mexicana Yuri, los asistentes presenciaron un show de fuegos artificiales que concluyó con un corazón con el nombre de los recién casados. Ellos llegaron en un helicóptero también blanco. Entre los más de quinientos invitados se encontraban Mario Kreutzberger, Enzo Bolocco, Patricio Cornejo, Jaime Fillol, Nicolás Massú y sus padres.

 

El cóctel fue en la terraza del Club House, frente a una laguna con cisnes de cuello negro. Después se ofreció una comida al interior de una carpa gigante.

 

De entrada hubo camarones ecuatorianos con pastel de jaiba y centolla, mientras que filete mignon y pavo con salsa de champiñones fueron las alternativas de segundo plato.

 

El top one:

Cecilia Bolocco y Carlos Menem

El 26 de mayo del 2001 se realizó el más bullado de todos los matrimonios: Esa tarde en La Rioja, Argentina, se casaron Cecilia Bolocco y Carlos Menem. Se habló durante años de la relación. La Tercera envió un equipo a cubrir el folclórico casamiento y este fue parte del relato:

 

“El El gimnasio donde fue la fiesta de matrimonio de Bolocco y Menem tenía mal olor, como si alguien hubiera dejado la puerta del privado abierta. Ellos llegaron convertidos en marido y mujer y tres mil riojanos que trabajan duro para ganarse el pan les gritaron tres veces «¡vivan los novios!», mientras corrían los platos de porotos con mote y un pedazo de carne medio añeja que aquí se llama locro. O sea, la Bolocco quería un casamiento humilde, sencillo, lo más campesino que se pudiera. Y lo logró con creces. Lejos. Juan Pablo Bolocco, el hermano, no lo podía creer, se tomaba la calva con dos manos y comía un pedazo de pan. Horrorizado. Diana, la menor, ante tal espectáculo, jugaba nerviosa con sus bucles rubios, y Enzo Bolocco y Rose Marie, los padres de la novia, trataban de escurrir una sonrisa frente a sus platos de legumbres y sus vasos de vino de la zona”.

 

Televisado:

Marlen Olivari y Roberto Dueñas

«Parece virgen mexicana» era uno de los comentarios que causó el vestido de novia de Marlen Olvari para su matrimonio con Roberto Dueñas, el 14 de enero del 2005, en la parroquia Santa Ana y frente a unos 300 curiosos.

Durante la ceremonia religiosa la modelo hizo largas poses con los ojos bien cerrados, casi en éxtasis, aunque sin llorar, frente a las cámaras de Mega que televisaron la misa y reporteras de papel couché que defendían con dientes y uñas «nuestra exclusiva».

 

El desfile de invitados iba desde «Che Copete», que hacía chistes mirando las curvas de su mujer, mientras alguien le gritaba «¡y cómo está el niño!»; hasta Patricia Maldonado, con zapatos a go-go y más tonos a su pelo multicolor. Desde Joaquín Lavín, que entró rápido con su esposa en una pollera de vuelos, hasta Luis Jara, con su señora que estrenó un rubio ceniza. Estaban Carla Ochoa con el musculoso Patricio Laguna; la «Porotito Verde» casi rapada con un bailarín de Rojo con los pelos parados, Cristián Ocaranza; un par de vedettes morochas que aparecen en la revista de Marlen, La Bella, la Bestia y el Niño, y un chico con visos.

 

Todos enfrentaban a unas 300 personas que gritaban detrás de las barras de contención. Especialmente, vecinas que se mataban de la risa con «El Kiwi» y que lucharon cuerpo a cuerpo, al final de la misa, para llevarse una de las 300 rosas color salmón «e importadas» -como señalaron en la organización-, y que constituían los arreglos de la parroquia Santa Ana, en pleno centro de Santiago.


Express y tormentoso:

Marcelo Ríos y Kenita Larraín

El segundo matrimonio de Marcelo “Chino” Ríos y Kenita Larraín no tuvo nada que ver con el primero. Fue en secreto, austero en extremo, sin fiesta ni nada, y muy express, tan sólo después de seis meses de haber comenzado la relación.

 

La modelo y el tenista se casaron en una ceremonia muy simple, a las 17.30 horas del 7 de abril de 2005 en el departamento que la modelo tenía en calle Martín de Zamora, en Las Condes. El lugar estaba adornado con más de 40 rosas rosadas y marfil, en diferentes arreglos que los novios hicieron durante el día.

 

La única señal de que algo se estaba planeando en el hogar de la rubia modelo fue la llegada de las flores y que Ríos había sacado la mascota de su novia y se la había llevado a su departamento de soltero. Hasta que llegaron los testigos: Mario Larraín, hermano de Kenita, y Alicia Mayorga, madre del ex número uno del tenis. Sólo con ellos y el oficial del Registro Civil presente sellaron su compromiso ante la ley.

 

Los recién casados se retiraron del edificio una hora después, a bordo de la camioneta del ex tenista. Se dirigieron al aeropuerto y partieron a Estados Unidos, de luna de miel.

 

El farandulero, con palomas al viento:

Pamela Díaz y Manuel Neira

“¡Suéltenla!», gritaba el productor Tomás Cox con el pelo al aire y ataque de nervios corriendo detrás de la «burrita» que llevaba a Pamela Díaz en medio de un enjambre de vecinas que seguían a la «fiera», se subían al armatoste de los años 30, le golpeaban el vidrio de la ventana, le hacían morisquetas y casi destrozaron el vehículo. Porque la reina de la farándula, princesa de los matinales de copucha y niña símbolo de las modelos futboleras se casó con el futbolista Manuel Neira, el 15 de diciembre de 2006,  con un puñado de vecinas de la Parroquia Santa Gemita que eran pocas pero la apoyaron harto.

 

El novio llegó con un traje gris brillantina, pelo alisado, como planchado y en vez de emoción hizo los votos con cara de asustado en una misa con canto de Marcelo, el veterano animador infantil; luces lila; arreglos de flores de Semana Santa e invitados como Dj Black, una maniquí a la que le gritaba «¡tonta!» porque daba vueltas y vueltas frente a los flashes e Iván Zamorano que se enojó por el acoso.

 

El ex Pichichi llegó del brazo de Alberó con una pollera de Rubén Campos que ya usó Cecilia Bolocco el año pasado. También estaban “Mago” Jiménez y «Coté» López, José Miguel Viñuela, Eva Gómez, Patricia Maldonado, Gisela Molinero y una lista de futbolistas con trajes de liquidación de Zara y acompañantes con diseños para fiesta de graduación con vuelos y tajos y escotes en tonos mermelada de guinda, verde cata o celeste cielo. Todos corriendo hacia las cámaras de Primer Plano, que pagó 16 millones de pesos por la exclusiva y transmitió el espectáculo con poca iluminación y cámaras que se cruzaban en pantalla.

 

Los novios terminaban la transmisión ante una lluvia de chayas y serpentinas y el vuelo de unas 50 palomas medio mareadas que habían sido enjauladas.

 

Farándula y política:

Kathy Barriga y Lavín Jr.

Llorando. Con una corona de princesa y un corazón de cristal Swarovski colgando del cuello, Kathy Barriga bajó de una carroza estilo Cenicienta, batallando con las vecinas que casi lagrimeaban de tan emocionadas, aunque le pisaban la cola y casi le sacaron la diadema a la bailarina que, el 3 de abril de 2009, se casó con Joaquín Lavín Jr.

 

Desde Sebastián Piñera contando que «a Kathy la conozco incluso antes que Joaquín, porque ella es una gran artista», hasta Jovino Novoa con su mujer en el traje dos piezas de satín negro más chic del matrimonio, esperaban en la iglesia Los Sacramentinos, en Santiago -la misma donde «Kenita» Larraín se iba a casar con Zamorano-, a que llegara el carruaje tirado por un caballo, pintado en tonos pastel y con un macetero de flores en la parte trasera.

 

La gente se fue encima. Barriga, que venía llorando desde una cuadra antes, sacaba un pañuelo desechable y trataba de no estropear el maquillaje. Los camarógrafos se encaramaban en el vehículo y la docena de guardias, que vigilaban la entrada, apenas pudieron hacerla subir las escaleras. Tras la ceremonia, la pareja partiría a Casa Bosque, en el Cajón del Maipo, donde se celebró la fiesta.

 

Súper secreto:

Tonka Tomicic y Parived

No fue en Punta del Este, como anunciaron en diciembre en SQP. Fue en Israel. Tonka Tomicic y Marco Antonio López, más conocido como Parived , se casaron el pasado miércoles 16 de abril en Jerusalén.

 

La pareja que cumplió ocho años de pololeo se tomó una sesión de fotos del matrimonio y el lunes se conoció en Chile, a través de una agencia noticiosa, un set de cinco imágenes. La buena nueva sorprendió a amigos y cercanos de los recién casados. Porque la boda se realizó en completo hermetismo.

 

Tomicic solicitó por anticipado permiso en Canal 13, donde sólo indicó que tenía que realizar unos trámites en el extranjero. Se tomó dos semanas de vacaciones y viajó a Israel junto a Leonardo Farkas y la esposa del empresario, la estadounidense Betina Friedman Parker, heredera de la antigua cadena de hoteles Concord.

 

Ambas parejas son muy cercanas y ya habían realizado viajes juntos. Por eso, Farkas fue testigo del casamiento y su dentadura brilla, detrás de la novia, en una de las fotos.

 

El miércoles 16, entonces, primero se efectuaron los trámites oficiales en la Ciudad Santa y luego un rabino judío efectuó la bendición, ya que Parived practica esta religión. Más tarde, los recién casados posaron para el álbum oficial, sobre la terraza del Hotel Rey David, ubicado justo en frente del sagrado Muro de los Lamentos, uno de los sitios más sagrados del judaísmo.