Las dos realidades de la ficción vespertina de CHV
Es muy usual escuchar y leer sobre la batalla matinal, la disputa de las teleseries vespertinas y el peleado horario prime, pero poco se dice de lo que pasa en la parrilla programática durante la tarde, después de la hora de almuerzo.
Es en ese bloque que, de lunes a viernes, está Lo que Callamos Las Mujeres, un espacio que Chilevisión compró a la TV Azteca y que puso al aire en marzo del año pasado. Sólo tuvo un descanso durante la semana del Festival de Viña del Mar, y el rating lo ha acompañado y situado como lo más visto en su horario.
Según cifras entregadas por Time Ibope, Lo que Callamos Las Mujeres promedia, entre las 17.15 y las 18.30 horas, 11,6 unidades. En el mismo horario, Mega registra 7,1 puntos, TVN 6,2 y Canal 13 6,1. Esto, entre el 3 de marzo y el 25 de abril.
“Lo que callamos las mujeres es un formato que en México lleva más de 10 años, pero su éxito también tiene que ver con lo que lo sucede y lo antecede, La Jueza y Pasión de Gavilanes. Está inserto en una parrilla programática que tiene mucho sentido. En ese bloque tocamos la tecla de lo femenino, pero el amplio rating que obtenemos nos da a entender que llegamos a un universo más transversal”, explica María de los Angeles Ortiz, subgerenta de programación de CHV.
Ciento ochenta historias han grabado en Chilevisión desde que adquirieron el formato mexicano, y otras 40 ya están en carpeta listas para realizar. Compraron 80 guiones de estos melodramas centrados en temas femeninos y cotidianos como el bullying, la violencia intrafamiliar, la infidelidad, la anorexia, y otros, y todos ellos fueron adaptados por guionistas nacionales. (Lea la nota completa completa en La Tercera).
