El vergonzoso y feroz round de Jennifer Warner con Pamela Jiles
“¡Que vergonzoso este show!”, se quejó en vivo Ale Valle, panelista de Intrusos, luego de que Jennifer Warner se peleó dramáticamente con Pamela Jiles. “¡Cómo se les fue de la manos este tema! ¡Cómo voy a terminar el programa ahora!”, gritó luego uno de los realizadores del programa de La Red, en backstage. Porque la pelea siguió detrás del estudio. Y todo por culpa de Ana Alvarado.
En ese afán de darle tribuna a la “geisha” en los programas de farándula, donde sale con vulgares ataques a otras personas, cayó Primer Plano el viernes –MIRE AQUÍ LOS DENIGRANTES EPITETOS DE ALVARADO A BAM BAM MORAIS-. Y ayer cayó Intrusos.
El tema fue una perla: Si es verdad que Morais salió persiguiendo en calzoncillos y buscando preservativos a Angie, la hija de Ana. De esa calaña, igual que en Primer Plano. Hubo un contacto telefónico desde la casa de la “geisha”, donde otra vez, nadie la pudo controlar y terminó con descalificaciones, de nuevo contra Bam Bam Morais, contra Pamela Jiles y a Lucía López. Lanzó frases de este tipo:
“¡Ya poh, Jiles, no te vayai al chancho con tus comentarios!. Está bien. Me caí súper bien, pero de repente rallai la papa un poco. Para ese caso, anda a SQP con Morais. Si el tonto es evidente que está mintiendo… Si la Jiles es madurita ya, yo también”.
“¿Pero cuál es el insulto, Pamela? ¿El que rallai la papa? Eso no es un insulto poh. Hasta es entretenido para el programa».
“Más impotencia me dio cuando la Lucía López decía ‘dense besos’ –con Bam Bam Morais, en Primer Plano-. ¿Que está falta de hombres la niña? ¿Qué le pasó? ¿Que sus necesidades las estás haciendo con otros. ¡Qué feo! ¡Pidiéndole besos! A ver, Lucía López, por favor, ponte las pilas, o que tu marido reaccione, porque te portaste como una tarada”.
“Yo rogaba que (Angie) le diera un bofetón en la carota esa (Morais). Todos decimos: no hay que irse a los golpes, pero él se lo merecía”.
Jiles reaccionó duramente, poniendo freno a las sandeces de la geisha y defendiendo la dignidad de Lucía López. Ana se enojó, detuvo el enlace, se levantó del sillón y la cámara captó cuando se alejaba dedicándole una feroz palabrota a Jiles. Pero, a pesar de su esfuerzo, Pamela salió trasquilada, porque vino el round con Warner. Así fue:
Jennifer Warner: “Es un momento complicado y muy difícil de sobrellevar, porque también nosotros tenemos que defender a nuestra compañera de trabajo que es Pamela Jiles”.
Pamela Jiles: “¡Uy, sí! ¡Me defendiste como loca!”.
Warner: “¡Pero abuela, te estaba tirando una talla también! Tú también eres capaz de decir cosas de ella. Te dije una talla, yo no la encontré una ofensa”.
Jiles: “¡Sí, una talla, todo el mundo lo encontró una talla! A ti la Pamela Díaz te dijo una talla también, seguramente”.
Warner: “Sí poh, me la aguanté”.
Michael “Guagüito” Roldán: “Ya, pero tampoco discutamos entre nosotros básicamente… Ocurrió una situación en vivo, abuelita, que se escapó de las manos de todos, y queremos defenderla”.
Jiles: “A mí no se me ha escapado de las manos ni por un segundo”.
Guagüito: “No… Pero… Con el móvil de Anita, más allá de lo que reaccionamos en el minuto, José (Miguel Villouta) sí reaccionó a defenderla usted… Como programa obviamente la vamos a apoyar y avalar”.
Jiles: “¡Ah, qué bueno! ¡Me alegro! Gracias, un millón de gracias.
Warner: “Yo quiero decirle a Anita que también le agradecemos el contacto. Lamentablemente se terminó… Qué lástima que se haya llevado a un tema personal. Abuela, la verdad es que encuentro que no deberías reaccionar de esta manera. O sea, la verdad es que… No…”
Jiles: “No se ha llevado a ningún problema personal. Acabo de poner en claro, como corresponde a la defensa de la línea editorial de esta casa, ya que nadie más lo hizo, que no me parece adecuado que se utilice nuestra pantalla para tratar de ´tarada’ a una colega como Lucía López.
“Como nadie reaccionó frente a eso, me sentí en la obligación de hacerlo, porque esto evidentemente puede ser, si es que ya no lo es: en relación a los dichos de Anita Alvarado respecto mi persona ya hay dos acusaciones en el Consejo Nacional de Televisión, les cuento, porque tengo abierta la página. Por lo tanto, me pareció importante dejar en claro que son los dichos de Anita Alvarado, que nosotros no los compartimos y que tenemos una diferencia con eso. Eso no es personal. Anita abre los fuegos insultando a una panelista”.
José Miguel Villouta: “Con respecto de la otra colega, a mí me encanta que sea de tu línea editorial, pero yo puedo tener varias opiniones de varias personas que ejercen el Periodismo y lo están haciendo con faltas y, de repente, hay palabras que calzan y no voy a ser el primero en parar a esa persona. Me encanta que tú lo hagas”.
Jiles: “Perdón, no es mi línea editorial, es la línea editorial del canal: No se puede atentar contra la dignidad de las personas en este canal. Se nos ha reiterado una y mil veces, y es exactamente lo que hago. Anita Alvarado puede tener la opinión que quiera de Lucía López; distinto es que yo no voy a permitir que se insulte a una colega o una persona en un espacio de este canal. ¡Este no es un canal parta insultar gente!”.
Warner: “¡Ay, Pamela! Recién escuchamos a Nicolás Yunge insultando a Sandy Boquita. ¡De qué estamos hablando! ¿Por qué no dijiste lo mismo, denante, hace uno minutos? Porque querías tener una confrontación con Anita Alvarado. ¡Pá qué estamos con cosas! ¡No nos saquemos la suerte entre gitanos! ¿Ya? Lástima que perdimos el móvil y perdimos el foco de lo que estábamos haciendo para nuestro público, que era un tema periodístico… Perdimos la fuente primerísima de la información”.
Jiles: “El público sabrá que no contesto estas afirmaciones porque me parece una desubicación máxima y me parece que no es el lugar para discutirlo”.
Warner: “Bueno, si no te parece, entonces, bueno, qué más vamos a hacer… No estoy ni ahí con volver a pelear contigo de nuevo en la televisión”.
Ale Valle: “¡Qué vergonzoso! Qué vergonzoso show”.
Corte a comerciales. La pelea sigue en el set. Jiles le saca en cara a Warner que la defendió cuando Pamela Díaz la atacó. Warner le dice que con “usted señora, no se puede hablar”, acusándola de que no tiene sentido del humor. Jiles termina sola en el panel y se queja porque exclama que ella los defiende a todos, pero ahora la dejan sola.
El editor periodístico, Rodrigo León, está de muerte. Pregunta cómo van a salir del entuerto en que se metieron. No sabe qué hacer. Warner tiene los ojos llorosos. Se retira del estudio rauda. Se encierra. Algunos aseguran que volvió con los ojos húmedos. Más tarde todos se miran las caras de dos metros y alguno se queja por el día «horrible» que han tenido.