«Tío Emilio» desenmascaró a una secta que aseguraba «revivir muertos»
Afirmaron “revivir muertos”, gracias a “una simbiosis con Cristo y con la esencia del arcángel Gabriel”. Anoche, En Su Propia Trampa desenmascaró a una secta ubicada en Linderos, liderada por dos señoras, Marcia, apodada “Mikaela”, y Teresa, quienes aseguraban tener supuestos poderes divinos.
Según el programa, esta agrupación ha engañado a personas para sacarles dinero y usarlos como empleados. Mostraron el caso de Robert, un joven que lleva más de 10 años allí y que, por seguir allí a toda costa, tiene a su madre Mónica sumida en una profunda depresión. Ella, desesperada, le insistía en dejar la secta. “Tú me haces falta”, le rogaba, llorando.
Esta situación motivó al “Tío Emilio” Sutherland a llegar hasta las últimas consecuencias para revelar la verdad y lograr sacar al hombre de ese lugar. Para eso, llevó a las dos líderes de la secta a distintas situaciones para desenmascararlas. Primero, las invitaron a un falso programa místico en una productora. Allí fue Giancarlo Petaccia quien las recibió y habló con ellas de sus “poderes” y “capacidades”.
Tras eso, y con cámaras ocultas, conversaron con “Mikaela” para sacarle más información. Ella aseguraba que su “padre Mikael” y sus ángeles han parado muchos eventos, y que incluso “evitaron” que el terremoto de 2010 fuera más destructivo. “Ese venía grado 12”, añadió.
En tanto, a Teresa, quien decía que el arcángel Gabriel estaba “reencarnado” en ella, la trasladaron a una supuesta “limpieza” de una casa y del cuerpo de una periodista del espacio. En el lugar mostró todas sus “capacidades divinas” para tratar de “sanar” a la mujer de la producción que fingía todo.
A ambas líderes de la secta las trasladaron a otra locación, en las cual manifestaron sus “poderes místicos”. En ese lugar, empezaron a hablar en un lenguaje extraño. “Es arameo antiguo”, explicaron. Tras eso, las llevaron a un set de TV armado para la ocasión, donde un actor se hizo pasar de “gurú espiritual” para tenderles una broma. Allí dijeron: “Hemos revivido a 12 personas”.
En ese mismo instante, la madre de Robert intentó otra vez rescatarlo del lugar. Las líderes de la secta, todavía en el falso estudio de televisión, reciben el llamado de alguien de su parcela por lo que estaba sucediendo. “El no quiere irse porque era maltratado en su casa”, explicaron para defender la estadía de Robert en el lugar.La mamá conversó con el hombre en privado, le rogó porque volviera a la casa, pero no quiso.
Finalmente, el “Tío Emilio” detuvo un auto donde se trasladaban Marcia y Teresa, y las encaró. Ellas negaron todas las cosas. “No me venga a decir a mí cosas que no son verdad”. “Siempre he estado en contacto con Cristo, aunque usted no lo crea”, se defendieron ante Sutherland.
