Breaking Bad triunfa en los premios Emmy con su temporada final
Se trataba de una ceremonia que prometía finales fotográficos, y así ocurrió. Después de que el año pasado reinara la sorpresa en las principales categorías, los rostros de los ganadores volvían a mostrar signos de confusión cuando sus nombres fueron llamados. Y a medida que avanzaba la noche, la rivalidad entre Breaking Bad y True detective sólo sumó expectación.
El triunfo indiscutido quedó finalmente en manos de Breaking Bad, la serie sobre un profesor de química que, tras ser diagnosticado con cáncer, comienza a producir metanfetamina, y que emitió su quinta y última temporada el año pasado. Aunque True Detective llegó a la ceremonia con cuatro premios técnicos bajo el cinturón, incluyendo cinematografía, perdió momentum luego de que los Globos de Oro anunciaran que no podrá competir en el apartado serie dramática, reavivando la polémica de su categoría como serie de antología.
En el primer apartado en el que se enfrentaba con Breaking bad, Cary Fukunaga, quien se hizo cargo de la realización de toda la primera temporada, se quedaba con el galardón a mejor dirección, por el episodio Who Goes There. Con un plano secuencia de seis minutos, corría como favorito, dejando en el camino a Vince Gilligan. La competencia por guión quedó en manos de Breaking Bad, por el episodio 14 de la quinta temporada y final, Ozymandias, escrito por Moira Walley-Beckett. Con esto, la Academia perdió la última oportunidad de reconocer de manera individual el trabajo de Gilligan, creador de la serie, como guionista o director en el programa.
La ficción se impuso, además, en los premios de reparto, donde Anna Gunn repitió el triunfo del año pasado por su interpretación de Skyler White, y Aaron Paul consiguió su tercera estatuilla por su rol de Jesse Pinkman.
Pero la pelea más ajustada y sorpresiva se dio en la categoría de mejor actor. Aunque las apuestas jugaban a favor del ganador del Oscar por El Club de los Desahuciados, Matthew McConaughey, favorito para quedarse con el galardón por su papel en True detective, fue Bryan Cranston, Walter White en la ficción y quien no ganaba desde 2010, el que subió al escenario, en medio de la sorpresa. “Hasta yo habría votado por McConaughey”, dijo.
Cerró la categoría de drama Julianna Margulies, quien volvía a triunfar por su rol de Alicia Florrick en The good wife, por el cual ya había obtenido el premio en 2010. Su victoria también sirve como reconocimiento a la serie, después de que el programa no fuera incluido en la competencia de mejor drama.
Transmitida por Warner Channel, la ceremonia realizada anoche en el Teatro Nokia, en Los Angeles, comenzó nuevamente con una sorpresa en la categoría de mejor actor de reparto en comedia, galardón que fue para Ty Burrell, por Modern Family. El actor ya había conseguido el premio en 2011 y superó así a Tony Hale (Veep), el favorito y quien buscaba repetir su triunfo del año pasado.
Esta victoria, sumada al premio a mejor dirección en comedia, dio tempranas luces del apoyo de la Academia a Modern Family, en un año en que por primera vez no llegaba como favorita a su categoría, tras la consolidación de Veep en su tercera temporada y la arremetida de Orange Is The New Black. A pesar de las predicciones, el programa logró igualar el récord de Frasier, al conseguir el premio a mejor serie de comedia por cinco años consecutivos. (Lea la nota completa en La Tercera)
