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Claudia Schmitd y Carla Ballero indignadas con Kike Morandé

Autor: admin_copesa / 12 agosto, 2014

El viernes, Kike Morandé celebró con bombos y platillos su cumpleaños 60  MIRE AQUI LA GALERIA DE FOTOS DEL FESTEJO. Fue con un gran evento en la ex OZ. La primera parte fue televisada, con El Muro como número estelar. Pero también recibió homenajes. Su familia le regaló una bonita torta. Todo esto fue presenciado por los amigos más cercanos del animador, sentados en una tribuna dispuesta abajo del escenario principal.

 

Después, vino el carrete. Sus invitados se quedaron a disfrutar de la camaradería que ofreció Kike hasta altas horas de la madrugada en el recinto, ubicado en el barrio Bellavista. Algo que ex colaboradoras del animador en Morandé con Compañía no pudieron aprovechar, ya que no fueron convidadas al evento.

 

Carla Ballero quedó “sentida” con el desaire. Otra que mostró su molestia fue Claudia Schmitd, quien aseguró que “congeló” al conductor de Mega, y que por eso no fue invitada. Ambas descargaron su rabia este lunes, en SQP. Este fue parte del diálogo:

 

Carla Ballero: “A mí no me llegó (la invitación)… Las invitaciones las mandó a través del celular, por WhattsApp… A mí lo que me parece es que la gente que fue son los amigos de verdad del Kike. Y los que no fuimos invitados es porque él no nos considera sus amigos”.


Cristián Sánchez: “¿Te duele? ¿Te consideras amiga?”.

 

Ballero: “Sí, pero debe estar molesto por algo. En todo caso, Lindorfo, por ejemplo, no es amigo del Kike, para nada. Lindorfo tiene clarísimo que no lo iba a invitar».

 

Sánchez: “Un minuto: Me acabas de decir que te sentías amiga del Kike y no fuiste invitada”.

 

Ballero: “Sí”.

 

Sánchez: “¿Por qué crees que pasó eso?”.

 

Ballero: “Sí. Le voy a preguntar. Lo voy a llamar hoy y le voy a preguntar por qué no me invitó”.

 

Sánchez: “¿Puede estar molesto por algo en particular?”.

 

Ballero: “Algo tengo en mente por lo cual debe estar molesto”.

 

Sánchez: “¿Qué es?”.

 

Ballero: “No te lo voy a contar acá. Son cosas privadas”.

 

Pancha Merino: “Le quiero decir algo al Kike: Carla siempre ha hablado muy bien de ti, del equipo. Nunca una insidia, una mala onda. Es lo más buena persona que hay y tiene excelente recuerdos, así es que te pasaste por no invitarla”.

 

Ballero: “Pero, en todo caso, igual vi el programa. Si lo vi. Te juro. Tenía pena. Quería saber qué había pasado, por qué no me invitó. Adelante, estaban todos los amigos del Kike, los personales que, daba la coincidencia, tenían que ver con auspicios; muchos empresarios, y atrás estaban los amigos de todos lados, del gimnasio, de la vida, estaban todos. Fue súper bonito. De verdad, él quiso celebrar con lo que es hoy su presente. Lo que es hoy su vida. El Kike no está trayendo gente del pasado, porque traes a alguien del pasado, celebras un poco al personaje. Si voy yo: ‘Ah, recuerda a la Carla Ballero’. No. El cumpleaños era del Kike. Los 60 años de él.

 

“En todo caso, Pauli (Rojas), te voy a decir algo, antes de que sigas. El Kike invitó a su personal trainer, que es personal trainer mío y amigo mío. Por lo tanto, no le costó  nada invitarlo a él. Y lo que diga la Ina es porque ella es la que le genera…”

 

Sánchez: Otra musa de Morandé con Compañía, Claudia Schmitd, la tenemos acá. Claudia, muéstranos tu invitación, en cámara, por favor”.

 

Claudia Schmitd: “La verdad: la única que renunció a Morandé con Compañía. Le voy a ser bien franca: A mí no me convidaron porque yo al Kike lo tengo congelado”.

 

Sánchez: “¡Yaaa! ¿Y por qué lo tienes congelado?”.

 

Schmitd: “Se están riendo de algo que es muy real…. El por qué, me lo voy a reservar. La verdad es que durante 10 años, todos los años, fui a almorzar con el Kike. Todos los años le regalé un buen regalo, porque fue mi jefe por tanto tiempo, me dio de comer, como usted sabe. Este año ni siquiera lo llamé. Así de congelado lo tengo”.

 

Sánchez: “¿Fue por alguna razón particular, personal?”.

 

Schmitd: “Algo muy personal. Sí, señor. La verdad es que no lo voy a comentar”.

 

Rojas: “Tú sí fuiste convidada a la celebración de los 20 años de carrera”.

 

Schmitd: “Sí. Yo trabajaba en Morandé con Compañía, pero la verdad es que hoy en día no tenía ganas de llamarlo. Estoy bastante sentida con el señor Kike Morandé. Y la verdad es que ni siquiera lo llamé.

 

Paulina Rojas: “¿Estas más sentida que enojada?”

 

Schmitd: “Yo estoy sentida. La verdad. Y él lo sabe. La Ina Sáez lo sabe, y puede tener relación con lo que dice Carla Ballero de por qué ‘Kikín’ se puede haber sentido con ella también. Pero son cosas que quedan en privado. A los 60 años uno ya tiene la experiencia como para darse cuenta cuándo la embarra y cuando no. Y prefiero que esta boquita que de callada, porque no me gustaron ciertas actitudes de él”.

 

Ballero: “En todo caso, el Kike estaba de cumpleaños el 9, es decir, el sábado. Y la verdad es que yo vi el programa, porque a las 12 le iba a mandar un mensaje, pero cuando vi que esta cuestión era para varios amigos, lo vi y confirmé, la verdad es que estaba bastante picada. Entonces, no le mandé un feliz cumpleaños, ni el día sábado y, claramente, como bien dice la Claudia, también creo entender por qué nos alejamos. Son cosas muy personales”.

 

Sánchez: “Claudia, tú dices que lo tienes congelado a él. ¿A ti te duele haber perdido esa amistad con el Kike, o no te importa?”.

 

Schmitd: “¡Obvio! Si yo le tengo un cariño. Obviamente que a uno no le gusta estar alejado con una persona con la cual ha compartido tantos años y que, además, los recuerdas con cariño, porque uno trabajó mucho tiempo. Estuvo en momentos importantes de mi vida, como el parto de mis hijos. Hay muchas cosas. Entonces, cuando uno cumple ya 60 años, y tiene los huevos bien puestos, ya la cosa de cabro chico hay que dejarla de lado. Y yo no estoy sentada acá, en SQP, para estar ‘caretiándola’ o haciendo relaciones públicas.

 

“Durante 10 años lo llamé todo el tiempo. Siempre almorcé con ‘Kikín’. Siempre el día de su cumpleaños almorcé con Kike, con más gente, sin gente, y hoy en día no tuve ganas de marcarle el teléfono. De repente, uno siempre dice que lo conoce, que sabe cómo funciona, que está sentido, que se le cae el casete, ¿pero sabe qué? Yo también voy a cumplir 40 años, y hay veces que uno dice ‘no tengo ganas de seguir alimentando la boludez”.

 

Juan Pablo Queraltó: “Quiero hacerle una pregunta a las dos, porque ambas están sentidas con Kike Morandé. ¿Este enojo es por un tema laboral o personal?”.

 

Schmitd: “Personal”.

 

Ballero: “Personal”.

 

Queraltó: “Porque Kike Morandé dijo algo, ¿y ustedes se enteraron? ¿Hizo algo?”.

 

Schmitd: “Ay, no. Yo me caracterizo en hablar con la verdad. Hoy estábamos recordando o hablando de una celebración, de sus 60 años… Lo comenté porque se dio a raíz de este tema, pero entrar a profundar y cambiar el tema, me da lata. No lo voy a hablar ni cuando salga de acá –así que no me busquen, porque no estaré–, así que simplemente voy a decir: no me invitaron, porque yo lo tengo bien congelado al Kike”.

 

Sánchez: “Tú dices que tienes congelado al Kike ¿Crees que a él le importa?”.

 

Schmitd: “Sí, le importa”.

 

Sánchez: “¿Por qué le importa?”.

 

Schmitd: “Porque lo sé, porque sé el cariño que me tiene, el respeto que también me tiene. Aunque sale y justifica todo con que ‘ay, es una tontera’. Entonces, al final uno dice, y lo vuelvo a repetir, con la frente muy en alto, porque mucha gente puede haber pensado que no era así, a mí Kike Morandé me pidió que volviera a trabajar con él, porque él quería trabajar a los 60 años con gente que le acomodara.

 

“Yo tengo las conversaciones y todo. La gente en la casa puede decir que es mentira, o en la productora. Es muy cierto y yo lo tengo acá. Me da lata que después se digan cosas que no son, porque no tengo por qué ir en la vida con tonteras. Y tengo por qué estar picada. Me fui por la puerta ancha. A mí me hicieron una despedida, y todo bien. Me fui como corresponde. Entré y salí por donde debe ser.

 

“A mí me da pena, porque somos gente de 60 y 40, y ya estamos grandecitos. La tonterita hay que dejarla, y una de las dos partes la tiene que correr. El decir cosas por detrás, y que la otra persona se entere, y más encima estar diciendo: ‘ya, si fue una tontera que dije en un momento, hay un momento en la vida en que hay que hacerse cargo y madurar’.

 

“No estoy sentida porque no me invitaron al cumpleaños, porque tengo clarísimo que es un programa de televisión, por algo fue en al ex OZ. Eso funciona así. Ayuda al rating, a la celebración. Está clarísimo. A mí no me toca que no me inviten al cumpleaños de Kike. Lo Estoy explicando. Y me da lata. Es un tipo grande, que no puede andar con la tontera, y uno no puede seguir permitiéndole ese tipo de cosas.

 

“Cuando sucedió algo, con la persona que hablé fue con Ina Sáez, porque no quería hablar con Kike. Le dije ‘mira, Ina, esto sucede. Ordená el rancho, porque todo tiene un límite’”.

 

Sánchez: “¿Todo esto se arregla con una conversa?”.

 

Schmitd: “No sé… No es lo que estoy pensando hoy en día”.