Glamorama
Felipe Camiroaga al momento de abordar el avión que cayó en los mares de Juan Fernández. FOTO: ARCHIVO COPESA

El fuerte relato de vidente de Mega sobre el momento del impacto del avión en Juan Fernández

Autor: Andrés Cantuarias / 29 junio, 2016

En Mucho Gusto, el matinal de mayor audiencia, tocaron un tema doloroso para Chile: El accidente aéreo de Juan Fernández. La tragedia en que falleció el querido Felipe Camiroaga y otros cuatro integrantes de Buenos Días a Todos, junto a otras 16 personas, fue tratada en el programa de Mega a través del supuesto contacto que tuvo la vidente Vanessa Daroch con Romina Irarrázabal, periodista del Consejo Nacional de la Cultura que se cuenta entre las víctimas del accidente.

La llamada «mensajera» que ha participado en diversos programas y en la cual se han confidado diversas figuras -desde el actor Alvaro Escobar al alcalde Rodolfo Carter- realiza su sección desde hace de un año en Mucho Gusto. Esta vez acudió a ella Mafalda Faggiani, madre de Romina –VEA ACA EL VIDEO-. Este fue el sensible relato en el que participó la señora Faggiani:

Mafalda Faggiani: «Ella es mi hija. Iba en un viaje, por su profesión. Estaba en el Consejo de la Cultura. Iba a capacitar a los niños en la isla de Juan Fernández. Llevaba material para formar la biblioteca de la isla. Lamentablemente no llegaron a la isla, no alcanzaron a llegar. Quedaron en el mar de la isla»

Vanessa Daroch: “Ella nos recibe en el contacto con una sonrisa muy amplia, muy linda. Tiene sus dedos entrelazados, está esperando poder hablar contigo. Iba con muchos proyectos, con muchas ganas de conocer allá, de generar lazos con estos niños. Estaba muy animosa, pero a la vez ella reconoce que tenía cierto temor.

“Siempre yo comienzo los contactos preguntándoles si quieren hablarme del momento en que fallecieron. Hay veces en que lo dejan para el final, esta vez ella quiere relatar ese momento. Pese a que ella no deja de sonreír, siento su pena.

“Dice que iban todos sonriendo. Algunos iban durmiendo. Que fue algo muy rápido. Ella sentía que algo faltaba. Al momento de subirse, algo faltaba. Ella sentía como un vacío en este espacio. Como que tuvo la sensación, en algún minuto, de que no se iba a poder realizar el viaje”

Faggiani: “El último llamando que me hizo, me dice: ‘Mamá, son veinte para las dos y, si no nos vamos en dos o tres minutos más, ya no nos vamos. Estamos esperando a alguien y no sé a quién’. Y era Felipe (Camiroaga), que estaba en una conferencia. Entonces, después me vuelve a llamar y me dice: ‘Mira mamá, ahora, en este momento, nos vamos’. Yo le digo ‘hija mía, te mando un beso, un abrazo grande ¡te amo con todo mi corazón!’. ‘En cuanto llegue allá te llamó’, me dice. Yo le digo ‘cuando llegues a la isla ten cuidado con los isleños’. Le hago una broma ,‘ten cuidado con los isleños’. Entonces se ríe. ‘Mamá llegando allá te llamo’, me dice”

Daroch: “Dice que ella estuvo consciente en todo momento. Que ella vio las reacciones de muchos, pero que también vio mucho horror. Así lo describe”

Faggiani: “Pregúntale algo sobre darse cuenta de que iba a perecer, si fue de inmediato su muerte, o ella se dio cuenta de que estaba muerta”

Daroch: “Ella tuvo tiempo de darse cuenta de lo que estaba pasando y lo que venía. Dice que se escucha un ruido muy fuerte, pero no es al caer, es antes de caer. Es un ruido atrás de ella, muy fuerte. Hay algo muy importante en esa explosión, en ese ruido muy fuerte que ella siente antes de que ocurra el accidente y que fue un ruido que le llamó mucho la atención y que fue muy fuerte»

Faggiani: “A lo mejor fue cuando cayó el avión»

Daroch: “No, fue antes. Fue antes, fue en vuelo. De ahí vino lo demás. Dice que aquí, en esto, no hay culpables, porque nada se puede hacer. Quiere decir que, se haga lo que se haga, ninguno de los que estaban en ese vuelo van a volver. Antes del accidente hablaban todos como tratando de ayudar en algo. Unos tenían miedo, otros tenían rabia y opinaban de algo, cómo hacer algo.

«Le llamaba la atención de que no hubiesen bajado. Que había pasado mucho rato y no bajaban. Hay muchas cosas que están inconclusas. Hay muchas preguntas todavía que responder. Hay muchas cosas de las que ella puede hablar, pero no hay cómo corroborarlas, porque no hay nadie que las corrobore. Dice que ve a su hermano con mucha rabia, enojado. ‘¡Habla enojado!’, dice”

Faggiani: “Pregúntale si ella sufrió o fue rápida su partida”

Daroch: “Por lo que ella me cuenta, más que el sufrimiento físico, yo creo que fue el sufrimiento de alcanzar a ver lo que había pasado”

Faggiani: “Pregúntale cómo está ahora. Qué es lo que me quiere decir, si quiere mandarme algún mensaje”

Daroch: “Ella dice: ‘Yo quiero que ella duerma’, por usted. ‘Quiero que descansen’. Ella dice: ‘Yo la vi caer’. Lo digo porque la vio muy mal. El dolor de perder a una hija o a un hijo es muy fuerte, pero ella sintió que el dolor de la pena en usted se transformó en físico”

Faggiani: “Ella partió y yo quedé doblada. No me podía subir a la cama, no me podía bajar. Andaba como en cuatro pies”

Daroch: “Entonces, eso es a lo que ella se refiere”

Faggiani: “Dile que estoy bien”

Daroch: “Que esté bien y que su hermano esté bien, eso es lo que ella necesita. Ella en este momento está bien, está tranquila, preocupada por su hermano. Porque él, de cierta forma, como que dejó su vida para dedicarse a esto. Como que empezó a dedicarle más tiempo a esto que a su propia vida. Y esa rabia que ella describe que él tiene, es totalmente normal después de haber vivido lo que vivieron. Sin embargo, ella cada cierto tiempo repite que está bien.

«Dice que su hermano necesita ir al médico, y se toca el estómago. ‘Que no sea porfiado’, dice, y se toca el estómago. Está con un abuelo, delgadito. ¿Tiene algún abuelo que haya fallecido hace como cinco años? ¿O tenga relación con algo de cinco años?”

Faggiani: “Hace como cinco años murió su tío”

Daroch: “¿Era delgado?”

Faggiani: “Después adelgazó mucho”

Daroch: “Ella lo único que pide es paz para la familia. Nuevamente quieren que sepan que ella está bien. Está en un lugar maravilloso. Está acompañada de personas que la quieren mucho”

Faggiani: “¿Con su papá? Pregúntale. ¿Su papá al lado de ella?”

Daroch: “Dice: ‘Yo era la regalona ¡El tiene que estar conmigo! Acá lo cuido yo. Ahora está sano, ya no sufre. Acá no le duele nada… ¡Que es porfiado!’, dice”

Faggiani: “Yo sé que ella anda al lado mío siempre. Porque cada vez que estoy en una dificultad, me sale al paso la solución. Dile eso, que esté tranquila, porque yo sé que ella anda al ladito mío, que la llevo con una foto en mi corazón”.