Glamorama
Nicole Pérez en 2017, en una imagen tomada de pantalla del desaparecido Primer Plano, en CHV, donde contó llorando su fallida experiencia familiar en Estados Unidos.

La ex integrante de Mekano Nicole Pérez cuenta que fue adicta al juego: «Con mi marido estuvimos muy metidos en el casino. Y perdimos todo, nuestras casas, autos, quedamos sin nada…»

Autor: F. V. / C. F. / 29 diciembre, 2019

Este fin de semana Nicole Pérez, quien se hizo conocida como «La Doctora Cahuín» en los hoy desaparecidos programas juveniles Mekano y Yingo, lloró mucho en Podemos Hablar.

En el programa de conversación de Chilevisión animado por Julián Elfenbein la ex figura televisiva ahondó en la alopecia que en un mes dejó calva a su hija de 14 años. También contó que, junto a su marido, fueron adictos al juego.

Pérez afirmó que, debido a esto, perdieron todo y en 2015 se fueron a Estados Unidos ella, su esposo y sus dos hijos -hoy espera un tercero-, a probar suerte. Les fue mal y volvieron sin nada.

Desde entonces, dijo, la fe cristiana la ayudó a superar la adicción:

Nicole Pérez: “Con mi marido estuvimos muy metidos en el casino. Yo creo que fuimos ludópatas, sí. Y perdimos todo.

«Perdimos todo. Empezamos todo desde cero. Nuestras casas, departamentos, autos, quedamos así, sin nada.

“Nosotros nos fuimos a Estados Unidos diciendo ‘¿qué más vamos a perder? Ya no tenemos nada’. Llegamos a Estados Unidos sin nada, allá no nos fue bien, volvimos a Chile y volvimos solo con nuestras maletas.

“Mi marido tenía una pega súper buena, fue gerente de una multinacional; yo estaba en la tele, teníamos una economía buena. Mis hijos tenían Play, X-Box, cama saltarina, todo. Y de un día a otro tu hija te dice ‘mamá, cómprame un chocolate’ y tú no puedes.

“El peor momento que nosotros vivimos fue nuestro desierto en Estados Unidos. Claro, tú te rearmas, te conoces, valoras.

“(Salimos de ahí) Yo creo que solo con la ayuda de Dios, porque nosotros somos cristianos. Después de este tema, de que lo perdimos todo, tuvimos nuestro encuentro con Dios. Nos pudimos rearmar como familia, porque nosotros ya nos estábamos separando por todo esto.

“Hoy en día soy cristiana. Dios me sanó. Puedo volver a entrar a un lugar donde están jugando y no voy a jugar” –AQUI EL VIDEO-.