Glamorama
Daniel Fuenzalida y su madre María Teresa Ferdinand en una foto de archivo.

Falleció la madre de Daniel Fuenzalida tras haber enfrentado el covid durante la primavera pasada

Autor: Cristián Farías / Carlos Zúñiga / 18 febrero, 2021

«Mi mamá se nos fue recién», cuenta Daniel Fuenzalida a este sitio.

Este jueves falleció a los 78 años María Teresa Ferdinand, madre del conductor y quien estuvo internada grave durante un extenso período tras dar positivo al covid.

Ferdinand tenía otras complicaciones por lo cual su estado se agravó rápidamente. Fue intubada y estuvo en coma.

Tras cuatro meses fue dada de alta a inicios de enero. Sin embargo, su período de recuperación en casa fue igual de complicado. La mamá del conductor de Me Late seguía sintiéndose muy mal, con dificultad para respirar y ahogos. En ocasiones necesitó del apoyo de un tanque de oxígeno.

Cuando, a inicios de septiembre de 2020, dio positivo, su hijo salió de pantalla y también puso pausa a su trabajo en radio.

En octubre Daniel Fuenzalida dio una entrevista al late Síganme Los Buenos, en el canal VIVE, donde contó su vivencia:

“Yo creo que fue acá en Santiago (que se contagió). Vinieron a un centro médico, mi mamá se sentía mal de un pie, para que le cambiaran unos remedios. Vino un martes a Santiago, el miércoles me indica que tiene fiebre. Jueves, viernes y el sábado ya no dio más, empezó a saturar 80, con 39 de fiebre”

Julio César Rodríguez: «Qué fecha fue eso más o menos?”

Daniel Fuenzalida: «El primer sábado de septiembre. Un mes, el sábado pasado cumplió un mes internada… Llegó a urgencias, la internaron altiro por las características PCR, el domingo nos enteramos que dio positivo.

«Luego está ahí en intermedios lunes y martes. El miércoles ella me manda un WhatsApp, me dice ‘estoy lista, el doctor dice que estoy súper bien, que ya me voy de vuelta el sábado a la casa, porque puedo hacer la cuarentena en la casa. De hecho, te estoy viendo en el Me Late’, me tiró toda la buena onda.

“Y el jueves me dice ‘retrocedimos, tengo fiebre, me llevan de nuevo a intermedios’. Se fue a intermedios jueves, viernes y sábado, domingo estaba mal”

Rodríguez: «Y tú aquí sin que te dejen entrar a la puerta. O sea, esta comunicación es toda vía…”

Fuenzalida: «Nada, nada, nada. Cuando se internó el día sábado, el domingo yo llegué hasta la puerta del hospital de la Católica y ‘váyase para la casa. No pueden entrar. No pueden ingresar. Hay un piso covid, es imposible, si le quieren venir a dejar una cosa se la dejan en recepción’. Y después la modalidad de teléfono con el doctor y WhatsApp con una enfermera que se han portado increíble. Se portan muy bien, la gente de ahí ha mantenido siempre el contacto.

“Y hubo este retroceso, y el lunes nos llaman a todos los hermanos que si podemos ir donde mi mamá encapsulados, porque la iban a conectar a ventilador”

Rodríguez: «Chuta, ¿y llamada telefónica del doctor?”

Fuenzalida: «Del doctor de intermedios, porque después viene el doctor de la UCI. Entonces ahí estuve con mi mamá, yo me encapsulo entero, llegué al hospital, cada uno de los hermanos fue…”

Rodríguez: «¿Cuántos son?”

Fuenzalida: «Tres, yo soy el menor. Les explicamos lo que iba a pasar y de ahí el último contacto… (se emociona)”

Rodríguez: «El último contacto fue ahí… Te doy un ratito. Ahí hay agüita. (Pasan unos segundos) ¿Y de ahí contactos con el médico o la enfermera?”

Fuenzalida: «Ahí uno tiene que tomar la vocería de esto, o sea uno tiene que hablar con el doctor. Con el doctor hay un protocolo, que es de 2 a 3 de la tarde, ellos te llaman, son muy amables porque uno puede preguntar absolutamente de todo. Y no es la típica llamada de doctor, ellos se dan el tiempo para poder hablar, sacar todas las dudas. Y yo soy el ente que se comunica con mis hermanos y con mi papá.

“A todos esto a la semana que a mí mamá la internaron yo dije ‘bueno, hubo un contacto estrecho con mi papá, ¿hay que hacerle un PCR’. Me dijo ‘obviamente se tiene que ir a cuarentena, si es que tiene algún síntoma que se haga el PCR’.

“Pasaron cinco ó seis días, tuvo fiebre, 37-38, y se sentía con dolor muscular, le mandamos a la casa a hacer un PCR y salió positivo, y ahí tuvo que cumplir dos semanas más también.

“En este tipo de situaciones yo me voy muy solo, me aislo. Lo primero que hice fue no hacer el programa, cosa que nunca había hecho en la vida. Con lo de mi papá yo seguí haciendo el Extra Jóvenes, porque era distinto. Yo iba en las mañanas, lo veía, estaba con mi mamá, mis hermanos, 2 de la tarde ‘oye, me tengo que ir a grabar o me tengo que ir al aire’, y seguía mi rutina. Después del programa me iba de nuevo a la clínica. Nunca había estado fuera del aire y esta vez sí. No era capaz de estar al aire y así estuve dos semanas”

Rodríguez: «Explícame eso, ¿por qué no eras capaz?”

Fuenzalida: «Me sentía traicionando de alguna manera, los sentimientos… O por ejemplo, estar en el programa que es de características de humor, de bromas. Entonces yo sentía cómo voy a estar pasándolo bien, entre comillas, si yo me imagino en mi cabeza a mi mamá con un tubo en la boca, a mi mamá que está en un situación crítica.

“No era capaz de hilvanar una idea, de conducir un programa, por responsabilidad televisiva. No podía llevar un programa si mi cabeza está en el otro lado. Hasta el día de hoy no lo puedo hacer en la radio. No he vuelto a la radio porque la radio me demanda todo el rato webeo, talla, doble sentido, el estar animado para otras personas, el tirar para arriba a la gente. A la tele pude volver porque es más coral, puedo descansar en mis amigos. Y me lo pidió mi papá”

Rodríguez: «¿Qué te pidió tu papá?”

Fuenzalida: «Volver poh (se emociona de nuevo). Mi papá estaba preocupado, esto nunca lo he hablado con nadie, pero mi papá puede estar preocupado por esto que hablamos. Porque puede decir ‘oye, si Daniel no está ocupado puede tener una recaída’, porque este tipo de situaciones son complicadas.

“Yo creo que por ahí puede ir la preocupación de mi papá, pero también porque veía que no hacía nada, que no podía ir a la clínica, que uno está de manos atadas y más encima no iba a la radio ni la televisión. Yo mi terapia es salir a manejar mucho, manejo mucho. En vez de haber estado encerrado debo haber recorrido dos mil kilómetros. Manejo mucho”

Rodríguez: «¿Para dónde vas?”

Fuenzalida: «Me voy por la Costanera, vuelvo despacio, vuelvo, analizo, pienso. Voy todas la noches al hospital donde mi mamá a entregarle buena energía… (se emociona y no puede seguir hablando). Voy y paso por afuera, porque voy a San Expedito acá en Antonio Varas, entonces paso a San Expedito y me voy al hospital. Además dentro del día manejo mucho, pero esas dos semanas que no trabajé, manejé mucho, pensando, pensando, y hago los tour que yo les llamo».