El reventado carrete que casi le costó la vida a Ale Valle
Aunque anoche Fernanda Urrejola ganó Vértigo –CONOZCA AQUÍ EL CRUDO RELATO DE LA ACTRIZ SOBRE EL ABUSO SEXUAL QUE SUFRIÓ- fue Alejandra Valle quien obtuvo el apoyo del público en el estudio. La aplaudieron y gritaron su nombre.
Lo más celebrado de la panelista de Intrusos que disputó con Urrejola la final del estelar de Canal 13 fue la sinceridad con que relató experiencias familiares. La más impactante vino en la última entrevista –VEA ACA EL VIDEO-.
La periodista contó cómo la separación de sus padres marcó su adolescencia. Valle desclasificó que este detonó en ella un espiral de culpa y adicciones. “He probado todas las drogas que existen”, dijo.
Esta etapa oscura de su vida solo terminó cuando, ya a los 29 años, tuvo un “carrete” tan desatado y peligroso, que estuvo a punto de morir. Al día siguiente, cuando vio la cara de su hijo esperándola, todo cambió. Estas fueron sus palabras:
Alejandra Valle: “La separación de mis papás me marca porque yo… A ver, otra vez vamos a volver al tema de la culpa. Nosotros somos una sociedad súper culposa y yo soy una persona súper culposa también, en mi autocritica.
“Y resulta que cuando mis papás estaban en este proceso de separarse, mi mamá se acerca y me cuenta. Mi mamá era una mujer, en ese momento, de pocas amigas. Nosotras siempre tuvimos una relación muy de amistad y ella fue la primera persona en atreverse a decir que mi papá estaba con otra mujer.
“Para mí fue súper fuerte ¡Fue un golpe tremendo! Y empezó esta etapa como que mi papá llegaba a la casa y hacían como que estaba, pero en realidad yo ya sabía que él no estaba, que llegaba como a las seis de la mañana todos los días. Desordenaban la cama y yo siempre he sido un poco rabiosa y empiezo con eso de que ‘¿para qué nos están engañando?, ¿para qué nos están mintiendo?’
“Sentí que forcé a mi mamá a que le dijera a mi papá que se fuera de la casa. Y cuando eso pasó y la familia se quebró, mi papá nos llamó a una reunión a mí y a mis hermanos. Mi hermana era muy chiquitita, tenía ocho, yo tenía 18 y mi hermano 15.
“Mi papá nos dice que se enamoró de otra mujer. Muy honesto. Igual era súper difícil enfrentarse a tus hijos y decirles eso. Y que se va de la casa. Pero después quedó la cagá, en buen chileno”
Diana Bolocco: “¿Te sentiste responsable?”
Valle: “Mi mamá quedó tirada en la cama, mi hermano se encerró en su pieza, a los 15 años, que es una edad súper complicada. Yo me empecé a hacer cargo de la casa de pésima manera, por cierto. Esto era como un intento de seguir con la vida.
“Pero la culpa yo la llevaba dentro. Pasaron como dos años, hasta que la culpa se gatilla en mí, en los trastornos alimenticios. Porque yo me sentía responsable. Mi hermana chica se quedó repitiendo, mi hermano se empezó a encerrar y le fue mal, también se quedó repitiendo. Y ver a mi mamá en una depresión súper fuerte fue una culpa que llevé, explotó sin que yo asumiera. Después uno va a terapias y ayudan asumir esa culpa”
Bolocco: “Me acabas de decir que te gatilla trastornos alimenticios y también excesos de otro tipo ¿Cómo recuerdas eso?”
Valle: “Entré en un espiral súper nocivo. Básicamente que no comía, pero sí tomaba. Nunca dejé de tomar alcohol. He probado prácticamente todas las drogas que existen. No sé si todas, las que estaban a mi alcance. No me siento ni orgullosa ni nada de haberlo hecho, pero tiene un espiral súper feo.
“En algún momento una tía me dice que tengo que salir de eso, me dice directamente que me voy a morir. Empecé a ir al siquiatra y a tomar pastillas. Tomaba fluoxetina y después seguí tomando alcohol y después me borraba. Me desaparecía. En los carretes me desmayaba. Tú no sabes con quién estás al lado a veces”
Bolocco: “¿Recuerdas algún episodio crítico? Respecto a esta adicción a las drogas o al alcohol, que te hizo decir ‘aquí tengo que parar’”
Valle: “Empecé a salir de eso, a hacer mi vida, tranquila, bien, y volví a caer. Tengo procesos como cada diez años. Como a los 29 estaba separada y vivía sola con mi hijo y volví a esta etapa oscura, a caminar por ahí. Un día fue horrible porque fui a una discoteque y entre medio era la desesperación por ir a comprar drogas”
Bolocco: “¿Qué tipo de drogas?”
Valle: “Eran drogas duras, cocaína específicamente. Me voy con un tipo que apenas conocía. El gallo se sube al auto, va por la Alameda hacia el oriente, de poniente a oriente, y dobla en Vicuña Mackenna. Yo pensé que nos íbamos morir, porque se mete en contra del tránsito y siguió.
“No nos pasó nada, la suerte. Sigue de largo y llegamos a una población. Lo espero muchísimo tiempo y después salimos y seguimos el carrete. Después de todo eso, que era como al borde de la muerte, llego a mi casa de día. Entro a mi departamento y estaba mi hijo ahí.
“En ese momento pensé que era la persona más estúpida del mundo, que estaba perdiéndome lo más importante de la vida, que era mi hijo. Vivíamos con una nana, pero me estaba perdiendo eso, lo más bonito que tiene una mujer.
“En ese momento dije ´tengo que parar. No puedo seguir en esto, ¿en qué me estoy metiendo?, ¿porque me estoy convirtiendo en esto?´. Cosas locas. Yo nunca dejé de trabajar, nunca dejé de cumplir, nunca dejé de seguir teniendo una vida familiar. Esto era como una doble vida, una vida escondida y que, en el fondo, seguía, seguía y seguía. Cuando vi a mi hijo ahí, dije ‘no, esto no puede seguir’”.