El reencuentro más impactante de una madre con su hijo «robado» hace 42 años, en Espías del Amor
«¿No es un sueño?», pregunta Carmen. Es una mujer esforzada de Temuco y en sus ojos claros se ve toda la emoción del mundo. Viene despertando tras haberse desmayado porque se reencontró con el hijo que hace 42 años le quitaron. «Yo siento que me lo robaron», había dicho al comenzar esta búsqueda en Espías del Amor que terminó con uno de esos finales que hacen llorar –MIRE AQUI EL VIDEO. PARTE 2. MINUTO 11-.
La de esta semana fue una de las historias más conmovedoras del programa realizado por Marcelo Arismendi y Andrés Alemparte. El par de periodistas se lucieron frente a una misión difícil. Carmen partió contando su historia:
Carmen: “Esta historia parte de la edad de 14 años que cumplí yo. Mi mamá me casó, me despatriaron de mi pueblo, me echaron al campo. A mi mamá le pagaban, todos los años le daban harina, trigo. Esas cosas le pagaban a ella por mí. Hice una vida dura, dolorosa para ser una niña, no me daba cuenta de las consecuencias que a mí me esperaban más adelante”.
Marcelo Arismendi: “¿Cuándo decides terminar con esta situación de matrimonio?”
Carmen: «Cuando mi hijo tenía cuatro años y medio, yo decidí partir. La primera vez arranqué donde mi mamá, con ellos. Mi mamá me pegó, me castigó y me dijo que no era de familia decente el dejar al esposo tirado. Él llega en un momento inesperado a Vilcún y le dice a mi mamá: ‘Suegra, yo le voy a entregar a José Luis (su hijo). Vamos a ir al juzgado, se lo entrego a usted para que se haga cargo de él, y a la niñita (Teresa, segunda hija de Carmen) se la entregamos a mi comadre’.
«Entonces yo le dije ‘¿qué voy a hacer en esto?’. ‘Tú no tení nada que opinar, tú eres menor de edad, los niños son de tu marido y aquí se va a hacer esto’.
«El día menos pensado salgo a la feria y me dice una señora: ‘Mala madre. ¿Por qué le hiciste eso a tu madre? De entregar a tus hijos como unos perros. Hace una semana que tus hijos se fueron de donde tu mamá’. Viajo a Vilcún y mi hermana me dice ‘¿y qué te preocupai tanto? Si tus hijos están en el Hogar Aurora’.
“Empiezo a averiguar. Voy al Hogar Aurora de Lautaro… (comienza a llorar) Toco la puerta, no hay nadie. Y el vecino de al lado me dice ‘hija, ¿qué estás haciendo aquí? Tení que ir a Carabineros, porque los niños de aquí se los llevaron. Cargaron un camión y se fueron anoche’».
Arismendi: “¿Alguien te dijo algo del por qué?”
Carmen: “Nunca me dijo nada, y hasta ahora. Mi mamá se llevó esto a la tumba y mi hermana lo calla para ella. Me siento culpable porque fui analfabeta, fui ignorante, no supe de qué agarrarme para buscarlo y eso me duele. Eso me hace odiarme a mí misma»
Después de muchas diligencias, Arismendi y Alemparte llevan a Carmen a visitar la última casa donde estuvo con sus dos hijos menores -luego tuvo tres más-. Allí aparece José Luis, quien fue adoptado, junto a Teresa, por familias de Suecia. José Luis hoy es chef, se llama Daniel. El y Teresa crecieron con mucho cariño y armaron sus propias familias en el país europeo.
Carmen, al ver a su hijo, se emociona tanto que se desmaya:
Daniel, quien no habla español y deben traducirle: «Hola mamá, estoy feliz de verte»
Carmen: “¡Hijo mío! ¡Hijo querido, por Dios! ¡Hijo mío te amo! ¡Te amo hijo, nunca esperé esto! ¡Hijo mío, perdóname, perdóname mi amor! Perdoname hijo por favor. Nunca dejé de quererte hijo, ¡nunca! Nunca dejé de pensar en ti. Nunca te soñé tan grande tampoco”
Arismendi: “Carmencita, él no habla español, pero nosotros te vamos a ayudar a comunicarte con él”
Carmen: “No importa, lo importante es que lo tengo cerca. Es lo único que importa. Señor, gracias”
Carmencita se desmaya. Luego, al reanimarla:
Carmen: “¿Y mi hijo? ¿No es un sueño?”
Andrés Alemparte: “¿Qué es lo que sientes al ver por primera vez a tu madre?”
Daniel: «Me siento feliz. Es un renacer. Ha sido un largo viaje, un largo camino y estoy feliz de que haya ocurrido. Han pasado 39 años desde que me fui y he vuelto a verla».
Carmen: “Lo extrañé mucho. Sufrí mucho su partida, hubiera preferido que no hubiera partido nunca de mi lado, pero las circunstancias de la vida me dieron este golpe. Decirle que yo no dejé de buscarlo, no dejé de quererlo un día”
Daniel, quien también llora: «He tenido una buena vida y siempre creo que todo lo que pasa es para mejor. Yo nunca tuve mala imagen de ella. Yo solo quería que ella supiera que toda mi vida he estado bien y que tengo mi propia familia. Y cuando te vuelves mayor comienzas a pensar en cómo ella debió haberse sentido. Yo nunca sentí ausencia de cariño, porque nunca me cerré a recibirlo»
Marcelo Arismendi: “Es importante saber cómo está Teresita”
Alemparte traduce lo que dice Daniel: “Está muy bien, ha formado una familia, tiene cuatro hijos. Ella vive en la parte sur de Suecia y está muy feliz. ¿Por qué no pudo venir? Ella tuvo un bebé hace dos semanas atrás. Pero sí, se puso celosa (risas). Teresa te mandó un mensaje, te mando todo su amor, todo su cariño a través de su hermano”.
