El dolor y la impotencia de Karen Bejarano: «Yo también me sentí violada»
En el matinal de TVN repasaron uno de los casos de violación más atroces de los últimos años. Durante la tradicional fiesta de San Fermín en España, en 2016, una joven fue violada por cinco sujetos que integraban una banda que se hacía llamar «La Manada».
El veredicto de los jueces fue una condena de diez años por «abuso» y no la de 20 años por violación. La ciudadanía hispana reaccionó indignada, con protestas en las calles.
Muy Buenos Días dio amplia cobertura al caso. Las panelistas Millaray Viera y Karen Bejarano se emocionaron muchísimo al escuchar la lectura del testimonio de la víctima. De pronto, Karen rompió en llanto. El año pasado, Bejarano sufrió el robo y filtración de dos fotos privadas, en las que aparece en topless.
Luchando por sacar la voz, entre sollozos, estas fueron sus palabras en el programa:
Ignacio Gutiérrez: “Ella ocupa una palabra, Karen, ocupa ‘vergüenza’. A lo mejor, si no la pillan en la calle, ella se hubiera quedado callada toda su vida»
Karen Bejarano: “Perdón, pero…”
Gutiérrez: “No pidas perdón”
Bejarano: “Me hace recordar un episodio muy atroz de mi vida, donde yo también me sentí violada y también me apuntaron con el dedo. No puedo imaginar lo que debe sentir esa niña con todo lo que le pasó. Que más encima fallen a favor de estos desgraciados, que más encima la justicia no se haga cargo de protegerla, que ella se sienta culpable.
«Yo también me sentí culpable en algún minuto. También me sentí culpable, porque la gente de repente es muy mala y no te cree y a las mujeres nos vulneran día a día, de muchas formas.
«Entonces, encuentro tan injusto, porque en este país tampoco se avanza con respecto a legislar a favor de las víctimas. Mi caso, por ejemplo, no tiene pena. No tiene ninguna pena, no hay ninguna condena para la persona que me hizo el daño que me hizo.
«Entonces, cómo, teniendo todas estas pruebas para esta niña, también la dejan así, a la deriva. O sea, ni hay que tener pruebas, es un poco de conciencia, es un poco de corazón, de ponerte en el lugar de la víctima, y no acusarla y apuntarla con el dedo porque no hizo lo que tú querías que hiciera»
Gutiérrez: “El hecho de que no tenga pena, en tu caso, y el caso que no haya justicia, el de esta joven de 18 años»
Bejarano: “Por eso me da impotencia. Me da impotencia, me da rabia porque no solamente pasa acá, pasa en todo el mundo. Entonces, ¿qué tiene que pasar? ¿Cuántas mujeres tienen que morir? ¿Cuántas personas tienen que ser víctimas de estos abusos para que las cosas cambien no solamente en nuestro país, sino que a nivel mundial? La gente tiene que entender en su casa. Este tipo de cosas son condenables no solamente socialmente, sino que tienen que tener penas” -EL VIDEO ACÁ EN EL MINUTO 35-.