El doctor Soto reapareció con nuevo look y muy sentido tras escándalo: «Lo más doloroso fue la sensación de abandono»
En agosto de 2017, el doctor Ricardo Soto protagonizó un momento televisivo polémico. En la sección Medicina Consciente, del matinal Bienvenidos, el especialista habló sobre el MMS, un mineral que, según él, “desintoxica el organismo”.
Los dichos del médico generaron un fuerte remezón y alarma en el ambiente científico. El compuesto que promocionó se trataba de dióxido de cloro al 28%, que para la ley chilena no constituye un fármaco, sino un limpiador industrial y cuya comercialización no está permitida.
Por esto, sumó más de 200 denuncias al Consejo Nacional de Televisión y una investigación del Gobierno. Colegio Médico, en tanto, pasó su caso al Tribunal de Ética –VEA MÁS DETALLES ACÁ–. Tras el escándalo, Canal 13 decidió sacarlo de pantalla.
Nueve meses después, Soto reapareció en pantalla. Lo hizo en el estelar Mentiras Verdaderas. Allí realizó un contundente mea culpa por lo que ocurrió en Canal 13:
Eduardo fuentes: “Ha sido casi un año fuera de la televisión”
Doctor Soto: “Han sido 9 meses. Y claro, un período que fue doloroso, por cierto, pero también que permitió una profunda reflexión y, por cierto, un gran aprendizaje. Lo valoro muchísimo. Lo agradezco a diario”
Fuentes: “En todo lo que en estos nueve meses se ha dicho de ti, que te ha llegado, que lo has leído, ¿qué es lo que más te ha dolido?”
Soto: “La verdad, no es que sea algo. Siento que en el momento, cuando ocurre todo esto, ese capítulo, lo más doloroso fue haber percibido esa sensación de abandono. Algo que hoy, me doy cuenta, nace del ego, de una mente carente, separada de los demás. Eso ocurre cuando uno espera de los demás. Y como espera, y no estaba, se siente el abandono.
“Fue durísimo ver afectada a mi familia. La verdad es que no quiero volver a sentir eso. Hoy me doy cuenta, después de muchos meses de reflexión, que yo voluntariamente me retiro de pantalla. Una reunión interna en el canal. Y como procura el linaje, al cual soy candidato a discípulo, todo momento doloroso, toda crisis permite una oportunidad enorme de crecimiento. Y siempre hemos podido elegir cómo vivir las cosas, no así lo que vivimos. Y en vez de elegir sufrir, y plantearme cambiarme de país o cambiarme el nombre, decido…”
Fuentes: “¿Lo pensaste en algún minuto?”
Soto: “No… Decido reflexionar sobre mis responsabilidades en lo ocurrido. Desde la ciencia, no buscamos culpables afuera. La responsabilidad siempre es nuestra, propia”
Fuentes: “Tú te distinguías en la televisión por ser un médico de profesión, pero que la gente sentía que ersa empático. Quizás recogiendo esta sensación de abandono, de desamparo de la gente que no sabe a quién acudir. Y de pronto para esto. ¿Qué pasó en ti? ¿Sentiste que le fallaste a la gente?”
Soto: “Profundizando en esta sensación de desamparo, como decía, viene de una mente carente. Hay un tema de conciencia que es parte de un gran todo. Y ese gran todo se concibe como una ilusión. Y la soledad se puede buscar como momento de intimidad con ese gran todo. ¿A qué voy? No fue una palabra lo doloroso, o sentir que traicioné a alguien. Más bien me doy cuenta de mis responsabilidades”
Fuentes: “¿Cómo llegaste ese día a hablar de eso?”
Soto: “MMS: ‘Mejor mantener silencio’. En el fondo yo, ingenuamente, sabiendo que era un tema polémico y, por cierto, no estudié lo suficiente. Soy muy responsable de que la normativa chilena dijera que lo tiene prohibido. No es un medicamento. Es un producto. Y bueno, yo me lanzo a hablar del tema sin tener experiencia alguna. Jamás se lo he indicado a nadie. Sí he leído el testimonio de muchas personas que sí lo han utilizado. Y la cosa es que ocurrió lo que tenía que ocurrir. Las repercusiones tenían que pasar y, hablando en buen chileno, me metí en la pata de los caballos”
Fuentes: “¿El tema no lo propusiste en la pauta?”
Soto: “La verdad es que sí. Había un editor, un periodista a cargo, y ellos también asumen esta responsabilidad. El tema es que cualquiera de las dos partes se pudo haber dado cuenta, en el momento oportuno, y haber frenado el tema. No lo hicimos y caímos. Y más allá de buscar explicaciones, la responsabilidad es mía de haber caído en esa ingenuidad. Pero bueno, el dolor sirve para aprender muchísimo”
Fuentes: “¿En qué minuto te das cuenta que el tema se había escapado de las manos?”
Soto: “Cuando siento justamente ese desamparo. Ahí me doy cuenta que estoy en el foco de todo el mundo y había que cerrar eso. Termina el capítulo y yo quedo con una sensación en el aire y después me doy cuenta de todo lo que ocurre. Y más allá de sufrir al respecto, y echarme a morir, por cierto que fue muy duro, entender mis responsabilidades y empezar a crecer”.