Kika Silva se quedó muda y desolada cuando le preguntaron por acoso sexual que sufrió mientras dormía
Kika Silva con lágrimas en los ojos se quedaba muda. Intentaba pronunciar palabra, pero no podía, mientras Martín Cárcamo la seguía interrogando anoche en Vértigo.
La joven de 25 años estaba en «la hora de la verdad», la entrevista personal «íntima» a la que son sometidos los dos invitados que llegan a la final del estelar de Canal 13.
Entonces el animador le consultó por el acoso sexual que sufrió hace poco en una fiesta, en momentos en que Kika se quedó dormida. Luego siguieron más de siete minutos en que la ex reina del Festival de Viña parecía estar viviendo una tortura con el interrogatorio:
Martín Cárcamo: “Vamos a hablar de algo que yo sé que no has comentado prácticamente con nadie, que es muy delicado y me imagino que has reflexionado mucho para hoy día poder hablarlo con profundidad. Algo sucedió este año en tu vida. Algo sucedió que te marcó y que te ha tenido en una posición bien particular. Esto sucede en una noche, en una fiesta, ahí parte todo”
Kika Silva asiente con la cabeza, con una sonrisa nerviosa.
Cárcamo: “Cuéntame un poco qué sucedió, que hoy día yo sé que te tiene complicada”
Silva: “Viví una situación para mí extraña, que yo creo que lo ha vivido el 99% de las mujeres. Es algo que, además, es un momento donde se puede hablar, donde se puede conversar. Le he hablado solo con dos personas muy cercanas.
“El tema que las mujeres ahora podamos hablar, siempre con criterio, claramente, es muy importante después de tantos años. Es tan complicado. Muchas veces, cuando yo escuché esto, entendí por qué las mujeres reaccionaban así. Uno se excusa, uno cree que nunca pasó, se echa la culpa”
Cárcamo: “¿En qué contexto ocurre esto Kika?”
Silva: “Se podría llamar acoso. Uno cree que hay cosas que nunca la van a pasar. Soy una persona muy agradecida porque tengo una familia, unos amigos y un trabajo que me protegen mucho, pero también creo que toda la vida pasa por algo y sirve mucho”
Cárcamo: “Tengo entendido que esto ocurre en una fiesta hasta tarde, donde hay alcohol y donde tú después con una persona que tú conoces, que cruza un límite, pero cruza un límite en un contexto bien particular porque tú estabas durmiendo ¿no? ¿Es así?”
Kika sonríe asiente con la cabeza y se quiebra.
Silva: “Yo creo que todo pasa por algo, Martin. A mí me falta mucho por aprender y crecer todavía mucho. Me cuesta mucho, creo que…”
Cárcamo: “Tranquila, no es obligación hablarlo. Lo importante es que tú también puedas expresar lo que quieras decir. ¿Tú enfrentaste a esta persona?”
Silva: “No”
Cárcamo: “¿Y te lo has vuelto a topar?”
Silva: “No”
Cárcamo: “¿Por qué no lo has enfrentado?”
Silva: “Porque son sentimientos encontrados. Uno también tiene la duda, ‘¿me habré equivocado yo? ¿Me habré confundido? ¿Estaré mal?’. Ahí me doy cuenta que no soy lo suficientemente mujercita quizás para enfrentarlo y que son cosas para aprender”
Cárcamo: “Sí quiero dejar en claro que tú esto lo pudiste detener, y eso es importante que la gente lo sepa”
Silva: “Sí, soy una afortunada. Yo, de verdad, no he tenido ningún problema grave en mi vida. Quizás la mayoría de las mujeres han tenido un tema muy fuerte ahí. Y yo soy muy afortunada, tengo ángeles que, de verdad, estoy muy protegida.
«Pero sí es fuerte el darse cuenta que uno no le ve la gravedad, o no lo entiende, y te puede afectar tanto. De no hablarlo, de no atreverse, de no entenderlo” -EL VIDEO AQUÍ-.