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Daniela Aránguiz en GlamoramaTV. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA

«Me miro al espejo y me puse a llorar»: La confesión de Daniela Aránguiz

Autor: Equipo Glamorama / 10 diciembre, 2018

Daniela Aránguiz visitó GlamoramaTV hace dos semanas y, como es un programa de entrevistas y moda, por supuesto que se habló de look –MIRE AQUI EL VIDEO-.

Entonces la comentarista estrella del matinal de Chilevisión reveló cómo el color de pelo puede afectar a una mujer.

La esposa del «Mago» Valdivia estuvo junto a Angélica Castro en el espacio que emite los miércoles, a las 15.30 horas, LaTercera.com y Glamorama.cl, y repite el canal VIVE de VTR los sábados a las 21 horas.

Hubo confesiones y risas en la conversación con los animadores Euge Lemos y César Barrera. Y Daniela contó cómo fue cambiar su rubio característico por su tono oscuro natural:

Daniela Aránguiz: “Me dejé crecer el pelo mucho tiempo, cuando estaba rubia, por lo menos unos seis meses. Tenía una raíz ya de este porte.

“Vino mi mejor amigo brasileño, que ahora vive en París, y era mi peluquero en Brasil. Vino de París para hacerme el pelo para (la gala del pasado Festival de) Viña. Solamente a eso.

«Ahí me dejó mi color de pelo. Costó un poco, porque yo dije ‘no quiero que me toques la raíz’. Entonces me tiñó solamente lo rubio.

«(El estilista) Jean Bohus después me lo va retocando, porque con el sol, la plancha y el secador todos los días, se pone medio naranjo. Entonces, Jean me lo mantiene”

César Barrera: “Igual fuerte el cambio. Uno desde afuera dice siempre rubia y de repente ser morena, ¿cómo es esto?”

Aránguiz: “Estuve seis años rubia heavy”

Barrera: “Por eso te digo, de repente es como otra Daniela”

Aránguiz: “Lloré, lloré heavy. Le dije a Enrique ‘no quiero que me lo hagas antes de la gala. Quiero que me lo hagas el mismo día. Hagámoslo en el hotel’.

«Me lo tiñó y no quise verme al espejo. Me sacaron la toalla, me peinaron y todo sin verme al espejo. Me maquillaron. Me metí en el personaje. ‘Me veo bastante wena’, me creí el cuento de la morena. Pasé por la alfombra, no sé qué.

«Al otro día, en mi casa, me ducho. Empecé a sacarme la laca y todo. Me miro al espejo y me puse a llorar. Y mi amigo lloraba conmigo. Me decía ‘Dani, ¿qué hacemos ahora?’.  ‘¡Tíñemelo rubio!’. Me decía ‘olvídalo, no puedo teñírtelo, te voy a dejar pelá’. Mi amigo, bien care’palo me dice ‘si querí ser rubia, cómprate una peluca, ¡no me webí más!’”.