Pancho Saavedra: “No quiero un país polarizado, aunque digan ‘eres súper amarillista’. No soy amarillo… ¿Qué quieren?”
Pancho Saavedra se refirió a sus días en cuarentena, los programas que ha hecho en medio de la crisis y opinó frente a los difíciles momentos que viven algunas personas por la pandemia.
El animador de 42 años se contactó con el espacio que Angélica Castro emite en vivo a través del instagram de Velvet.
Además, el rostro de Canal 13 se refirió a su experiencia en Twitter y el tener una opinión frente a temas país. Esta fue parte de esa conversación:
Angélica Castro: “¿En televisión has tenido algún referente? Para mí, no hay nadie igual a nadie, pero así como referente, o que me encanta su carrera, ‘es una opinión súper fuerte para mí que me guiaría’, puede ser en Chile o fuera de Chile. Pero me refiero a referentes. Por ejemplo, a mí me encanta la Ellen DeGeneres”
Pancho Saavedra: “La Ellen… Me gusta Jimmy Fallon”
Castro: “El Jimmy Fallon es muy divertido”
Saavedra: “Acá en Chile me gusta mucho de mis colegas, que digas ‘me encanta’, tengo varios… A ver, Julio César (Rodríguez) me encanta en su rol en el matinal. La Tonka me gusta también harto. Y la Tonka me ha dado muchos consejos en varios minutos de la vida en que yo la he cagado. Porque de repente, cuando apareció Twitter”
Castro: “Pero qué te acuerdes cuando ‘la he cagado’ y que digas que ‘reconozco que la cagué’”
Saavedra: “Cuando me puse muy opinante en política en Twitter, ahí me mandé… No porque tenga miedo, o porque me dé pudor o que no quiera dar mis puntos de vista. Yo tengo puntos de vista con respecto a temas en la vida, al aborto, al matrimonio igualitario, al tema de los derechos humanos, a mil cosas.
«Uno siempre tiene que tener opinión, porque eso es lo que la gente valora. Al reconocimiento de los pueblos originarios, o sea, a todo.
“Pero me mandé un condoro hace dos años atrás que me pesó mucho. Por primera vez te voy a contar lo que pasó. Había una pelea entre José Antonio Kast y una diputada mapuche. Y yo me metí entre medio en Twitter y bajé el nivel de la conversación, porque podría haber dicho lo mismo, pero con buenas palabras. Le puse como ‘estúpido’ o ‘idiota’, una cosa así.
“Yo creo que cuando uno baja, insulta y faltas el respeto, tú bajas, eres tú el único que pierde. Entonces, tú podrías decir lo mismo, pero podrías decirlo con buenas palabras y subir el debate. Fíjate que esa mochila me pesó mucho rato.
“Y yo lo llamé por teléfono un día. Lo llamé por teléfono y le dije ‘¿sabes qué? Yo creo que me equivoqué. Nosotros pensamos 180 grados distintos, o sea, pensamos profundamente distinto, pero me equivoqué y te pido perdón, y te pido disculpas’, le dije. ‘Porque siento que yo, efectivamente, bajé el nivel de la conversación’.
«Y él me dijo ‘yo también, y yo también te pido disculpas porque yo también bajé y me enfrasqué en una discusión contigo’.
“Entonces, listo. Me saqué una mochila de 18 kilos. Dije ‘qué rico caminar así por la vida’. Porque hoy día, cuando entras a Twitter, que hay una especie de tribunal inquisidor, es bien fuerte, y no hay caras y es bien tremendo. Al final decidí no meterme nunca más en ese tipo de cosas. Y no por eso voy a dejar de ser opinante.
“Hay cosas que voy a pelear siempre: la Ley del Cáncer, derechos de los niños, todas las cosas que yo quiero pelear, pero no quiero un país tan polarizado. No quiero un país polarizado, aunque digan ‘eres súper amarillista’. No soy amarillo… ¿Qué quieren?”.