«Agendamos una cita y Eduardo, como era muy vergonzoso, llevó a una pareja de amigos que vivía con él…», cuenta Dani Colett sobre los inicios con su esposo el futbolista Edu Vargas
“Nos conocimos como por Instagram, me escribió Eduardo luego de que llegó a Gremio en Porto Alegre».
Este es pate del relato de Dani Colett sobre como comenzó su relación con el futbolista Edu Vargas, su marido y padre de sus tres hijos.
La brasileña de 30 años se conectó este lunes con El Aperitivo, espacio que Jordi Castell emite en vivo por Intagram. Allí habló del regreso en familia a su país, ya que Vargas al fichó por el Atlético Mineiro, de Belo Horizonte, y se refirió a las diferencias entre las culturas de Chile y Brasil.
También recordó cómo conoció a su esposo:
«Yo no soy de Porto Alegre exactamente, soy del interior, de una ciudad que se llama Casca, está como a tres horas de Porto Alegre. Y él vio mi ubicación que estaba a tantos kilómetros de distancia de él y ahí me escribió. Después estuvimos hablando por Instagram hasta que nos encontramos por primera vez, pero fue como ‘hola’, ‘bye’.
«Unos meses después volvimos a hablar y nos encontramos de nuevo, agendamos una cita y Eduardo, como era muy vergonzoso, llevó a una pareja de amigos que vivía con él. Es súper vergonzoso con las personas que no conoce, además yo soy de hablar demasiado y él no.
“Luego de nuestra primera cita empezamos a vernos más y más. El fue a conocer a mis papás y luego me pidió pololeo y estuvimos todo el año 2013 juntos. Hasta que llegó diciembre y él se tenía que ir de Gremio, entonces fue a mi casa a pedir a mi papá si yo me podía ir con él. Y me fui con él, después fuimos a España, me embaracé de Anto y empezó nuestra aventura.
“Imagínate mi padre, la única hija mujer, además tenía todas las esperanzas de su negocio, porque mi papá tiene empresa, entonces quería que yo fuera su sucesora en la empresa. Y yo salí de ahí para irme con él y tener hijos. Mi papá quedó como destrozado, pero la felicidad de un hijo es la felicidad del padre, entonces estaba feliz igual”.