El ordinario acoso que amarga a Janine Leal: Le mandan crudas selfies sexuales
Desde hace unos seis meses, un incesante tuitero acosa a Janine Leal, enviándole fotos de sus partes íntimas y selfies sexuales. Y aunque lo ha bloqueado, vuelve a aparecer, desde otros perfiles, para seguir mandándole este tipo imágenes, junto a vulgares comentarios. Un ejemplo lo mostró Intrusos, con una foto que obviamente debieron censurar:
El rostro del matinal Mujeres Primero, en La Red, lo ha bloqueado una y otra vez. Sin embargo, no basta. El tuitero vuelve a agobiarla a través de otros usuarios que crea. “Uno no deja de sentir temor, porque no sabes quién es el que está detrás de esta cuenta”, comenta Janine en esta entrevista con glamorama.latercera.com “Si el tipo continúa, me va a tocar tomar algún tipo de medida. No lo descarto”, advierte.
¿Cómo ha sido el acoso de este tuitero?
Janile Leal: “Me envía fotografías desde algunos meses, pero tampoco tengo claro cuándo. Pero, en términos generales, como hace seis meses. Y se nota que es televidente del programa, porque siempre me manda las fotografías en ese horario.
«Y claro, la primera vez fue como ‘pucha, el desubicado, el desatinado’, y lo bloqueé. La segunda vez también. Lo he ido bloqueando, pero me imagino que abre cuentas nuevas y me vuelve a enviar no sólo fotografías, también comentarios de alto calibre sexual, ‘que si te lo agarro por aquí’, ‘que si te lo hago así’, etc”.
¿Qué tipo de fotos envía?
“Siempre fotos de genitales y siempre sus comentarios son en referencia a sus genitales o a los míos”.
¿Cómo lo ha sobrellevado?
“Es súper fuerte y no estoy acostumbrada. No me había pasado nunca en ese tono, porque siempre hay gente desubicada que te hace algún comentario sexual, que ellos lo interpretarán como un piropo, pero que termina siendo en tono sexual agresivo. Pero no me había pasado que te manden fotos.
«Lo recibo claramente como una agresión. Claramente es un desagrado. Cada vez que me llega una foto de esas, me siento violentada, porque no estoy acostumbrada. No es tampoco un comportamiento de piropo y ni es agradable recibirlo”.
¿Esto viene desde hace seis meses?
“Son como seis meses, más o menos. No tengo tan claro, pero sé que son varios meses. Lo he comentado cuando estamos en la pauta posprograma, donde hacemos como una catarsis. Entonces revisamos Twitter, comentamos las cosas que pasamos y ahí me encuentro con la fotografía. Se lo he comentado a gente en la pauta, donde he mostrado la foto, y me dicen ‘pucha, ná que ver’. Y lo bloqueo, pero sigue pasando varias veces”.
¿Ha puesto alguna denuncia?
“No, tampoco he pensado tomar acciones legales, pero si el asunto continuara, lo voy a hacer”.
¿Lo ha conversado en el ámbito personal?
“No lo he comentado en el ámbito personal y familiar. No lo he abordado porque mi reacción ha sido bloquear y salgo del tema. No sigo pegada. Ni investigo ni ando buscando a quién más se lo ha hecho. No he permitido que trascienda en mi vida y orden. Sólo lo he comentado en la pauta”.
Probablemente siga ¿No va a tomar alguna medida más drástica?
“Si sigue, voy a adoptar alguna medida de orden legal o acudir a la PDI. Si siguiera, y el tema escalara y el tipo continúa, lo voy a hacer. Pero me he mantenido sólo recurriendo al bloqueo. Me imagino, cuando ven que te bloquean la cuenta, ya sabes que la persona tomó una opción. Ya es un signo, una respuesta indirecta.
«Y si él sigue mandando, constituye un acoso, a mi juicio. Si el tipo continúa, me va a tocar tomar algún tipo de medida. No lo descarto”.
¿Es la primera vez que le pasa algo así?
“A mí me ha tocado trabajar en varios países y he tenido episodios. En Perú me suplantaron una cuenta de Facebook con fotos mías. Entonces, esta persona suplantó mi identidad y escribía a mi nombre. Tenía seguidores y pedía amistad a otras personas del medio mi nombre. Con esto, la persona me metió en ene problemas, por comentarios desatinados que nunca hubiese hecho yo. Pero me metió en problemas y denuncié la cuenta de Facebook.
«Y en Ecuador, donde también trabajé muchos años, todavía no existía Twitter, pero alguno que otro fanático loco, medio perturbado, me esperaba a la salida el canal, pero uno de los vigilantes de allí fue y lo amenazó. Tampoco fue tanto. Serían como tres veces y nunca ha trascendido. Pero uno no deja de sentir temor, porque no sabes quién es el que está detrás de esta cuenta”.
