«Yo viví una televisión donde el hombre se quejaba lo mismo que yo, y el hombre tenía la razón y la mujer era ‘conflictiva, se queja mucho…'», expresa Carolina de Moras
«Empiezas a cuestionarte y a decir ‘pero pucha, si voy a ser como el arroz graneado, avísenme, porque soy el mejor arroz graneado y hago mi espacio y me ubico como arroz graneado’», expresa Carolina de Moras refiriéndose a lo que, afirma, fue el «machismo» que vivió en su carrera en la televisión abierta.
La modelo de 42 años partió con una sección de modas en Buenos Días a Todos, en 2010. Al poco tiempo asumió la conducción del matinal, luego desempeñó la misma labor en el matinal de Chilevisión y animó el Festival de Viña junto a Rafael Araneda.
En 2020 fue jurado en la breve temporada de Bailando por un Sueño, estelar cancelado por el covid.
Sobre este período mencionado manifestó lo siguiente en Buenas Noches a Todos, en TVN:
“Cuando te ponen en los comentarios ‘es bonita e inteligente’, y yo como… Vivimos aún en una sociedad súper machista. Era una televisión donde las mujeres con carácter no existían, porque las mujeres con opinión o con un poquito de carácter, o (que decían) ‘no me gusta. No me parece ir a grabar a un pole dance con shorts y peto’. Me lo solicitaron muchas veces.
«O ‘tú sonríe nomás. No te preocupes. Llega el invitado, tú sonríe, no nos preguntes por qué’. Entonces empiezas a cuestionarte y a decir ‘pero pucha, si voy a ser como el arroz graneado, avísenme, porque soy el mejor arroz graneado y hago mi espacio y me ubico como arroz graneado’.
“Pero si voy a estar como co conductora, o voy a estar en un espacio donde supuestamente puedo explayarme y puedo entregar lo que yo creo que podría entregar, pucha, me cuesta poh. Me molesta. Me siento pasada a llevar, poco incluida. Y me dan ganas de ir a decirlo y cuando lo digo es como ‘¿para qué? No seas exagerada, si da lo mismo. Te veías súper linda’.
“Yo decía ‘me da lo mismo verme linda. Me interesó esta entrevista y me hubiese encantado preguntar estas cosas, o me hubiese encantado tener la oportunidad de también sentarme en esa mesa y hacer la entrevista’.
“Al principio, claro, sin conocer tanto el medio, me dejaba llevar y decía ‘bueno, así es la tele’. Pero uno crece y te vas poniendo más suspicaz con lo que está pasando en el medio. ¿Por qué yo no puedo? Tampoco tengo ganas de ser siempre la alegre, chistosa y chinchosa, porque me gusta también opinar.
“Antes se pauteaba mucho todo, y si uno se desviaba por una línea, rapidito te encasillaban y era complicado. A mí todavía me sorprende que en las noticias uno ve un accidente, me llamó mucho la atención que decían ‘dentro de los muertos hay niños y mujeres’. Y a mí hace rato que me viene dando vueltas ‘sí, hay niños, mujeres y hombres’.
“Nosotras estamos buscando igualdad, que nos hagan sentir que en realidad no nos merecemos este espacio por pertenecer, nos merecemos también el espacio y la oportunidad de hacer, de participar y de que nos escuchen.
“Yo viví una televisión donde el hombre se quejaba lo mismo que yo, y el hombre tenía la razón y la mujer era ‘qué conflictiva, se queja mucho’. Uno va a aprendiendo a quedarse callada o te vas frustrando. Y esa frustración para una persona inquieta… Me gusta ser inquieta, busquilla y entender las cosas.
“Más que me molestaba, me frustraba y me sentía disminuida. Me sentía súper disminuida”.
