«Me he despedido de ella 20 veces. Cada beso que le doy quizás puede ser el último. Tiene 95 años. Vive conmigo desde que murió mi papá…»: Rafael Araneda y el amor a su madre
“Me acabo de despedir de ella. Me he despedido de ella 20 veces. Cada beso que le doy a ella quizás puede ser el último, pero los recibe con una alegría extraordinaria», expresó Rafael Araneda sobre su madre, Laura Maturana, de 95 años.
Desde que falleció su padre, hace 21 años, el animador se llevó a vivir con él a su hermana Carolina y a su mamá.
En Buenas Noche a Todos, late de TVN conducido por Eduardo Fuentes, el conductor de 53 años que reside con su esposa y tres de sus cuatro hijos en Estados Unidos -su madre y su hermana permanecen en Chile y siguen a su cargo- relató:
“Tiene 95 años. Vive conmigo desde que murió mi papá. La Martina (su hija mayor) tenía como ocho meses, hace como 20 años. Ella es parte de la casa y mi hermana Carola también”
Eduardo Fuentes: “Sin embargo tienes que viajar, ¿cómo lo tomó ella en ese momento?”
Rafael Araneda: “Ella fue extraordinaria. Hoy día está bien. Quizás no puede verbalizar lo que siente, yo tengo esa esperanza. Está postrada, pero está sin dolores y está súper en paz. Está buena para el chocolate. Le gusta comer cositas ricas. Y duerme mucho.
“Y en ese estado de somnolencia se conecta. Cuando llegué ahora en este viaje no me reconoció, pero no importa. Ese es un ego de uno, no me reconoció a mí. Pero hoy día cuando me despedí me dijo ‘mi guagua’. Aquí está su guagua.
“Esta vieja es extraordinaria. En su momento se enamora del papá, cuando ella tenía la posibilidad de estudiar. Dicen mis tíos que era como la primera de la generación que podía entrar a la universidad, mujer, y conoce a este viejo loco, simpático, bueno para el webeo.
“Y cambió todos los pergaminos que le estaba dando la sociedad en ese momento por mi papá, y se lo agradezco”
Fuentes: “Que lindo, y me quedo con eso que acabas de decir, que cuando hay una enfermedad con la que de repente no te reconocen, es uno el que sufre. A mí no me reconoce”
Araneda: “Es uno, es súper egoísta, a mí no me reconoce. Yo prefiero mil veces que ella esté tranquila y que me diga cualquier nombre. Hoy día me dijo ‘mi guagua’, pero durante todo el fin de semana no me dijo ‘mi guagua’. No importa, está bien.
“Llegué en la noche a la casa estos días, tuve el matrimonio de un sobrino, llegué tarde, roncaba con oxígeno, le hice cariño un poquito, entonces Dios dirá, ella es muy creyente. Ella es de rezo, de misa, muy distinta a mí en ese sentido. Tiene otras habilidades que yo no tengo”.