Glamorama
Marc Anthony, Rafael Araneda y Eva Gómez en el Festival de Viña del año 2012. Foto de Agencia Uno.

«Marc Anthony me dice ‘quiero lo mismo de Luis Miguel’. Le digo ‘no hay Gaviota de Platino, no hay más’. Y el director del Festival ‘¡sácalo, w…!'», recuerda Rafael Araneda sobre Viña 2012

Autor: Equipo Glamorama / 6 septiembre, 2023

«Me presionó… A ver, no me presionó, o sí me presionó, ¿cómo lo defino?. Fue Marc Anthony», partió diciendo Rafael Araneda sobre la situación que vivió con el cantante estadounidense en el Festival de Viña 2012.

El animador, que condujo ese año el certamen junto a Eva Gómez, relató en Podemos Hablar:

“A mí me encanta Marc Anthony, lo encuentro extraordinario, un artistazo, lo escucho todo el día hasta el día de hoy.

“¿Qué pasó? Al día siguiente de la presentación de Luis Miguel, después de 18 años de haber ido al Festival, que se le entrega por primera vez la Gaviota de Platino, que era también una manera de Chilevisión de conquistar a que Luis Miguel accediera a venir. Entonces Luis Miguel se gana todo, por primera vez Gaviota de Platino.

“Noche siguiente, Marc Anthony, a mi juicio la mejor orquesta que he escuchado en la Quinta Vergara, por lejos. Sonaba increíble. Extraordinario. El gallo se debió haber ganado la Gaviota de Platino, uranio, mengano y perguetano.

“El hecho es que él se empieza a despedir con la bandera chilena, se tapaba con la bandera y yo decía ‘¡así se despide Marc Anthony!’. Y el tipo me decía ‘quiero lo mismo de Luis Miguel’. ‘¡Y así se despide!’. ‘¡Hermano, de Platino!’. Y Alex Hernández (director del Festival de Viña ese año) en la oreja ‘¡sácalo, weón!’.

“Además la Quinta Vergara (gritaba). Y yo tenía un micrófono que tiene un botoncito con el que anulas el sonido para el espectáculo y se escucha solo por interno, entonces yo digo ‘este weón quiere platino, ¿hay otra de platino por ahí?’. ‘¡No, no hay nada!’. Y le digo ‘no hay platino, no hay más’. Y me dice ‘doble oro’.

“Pregunto de nuevo ‘¿doble oro?’, y me dicen ‘no weón, chao, chao, sácalo, ya estamos’. Yo digo ‘así se despide…’, le doy la mano, lo tiro para arriba fuerte y lo empiezo a empujar nomás poh. El mánager después me dijo ‘¿y el platino o el doble oro?’. ‘Compadre, no hay. Yo le hubiese entregado de todo, hasta mi cuerpo’”…