«¡Volvimos!», «¡hice todo este llanto por nada! ¡Cha mi mare!»: Coté López comunica reconciliación matrimonial
«¡Hice todo este llanto por nada! ¡Cha mi mare! Ya. Bueno, ya todos se están enterando. ¡Volvimos!», concluye Coté López, riendo, los relatos que realiza en dos videos en Instagram. Allí comunica su reconciliación matrimonial con Luis Jiménez a dos semanas de haber anunciado la separación.
Este viernes en que celebró sus 35 años con una fiesta en un patio que recrea una playa, la emprendedora expresó:
«Voy a ir con la honestidad por delante. Todo el mundo que le conté me decía ‘no lo cuenten todavía. Vas a perder tu credibilidad’. Yo les dije ‘no. Voy a perder mi credibilidad si miento’. Entonces vengo aquí para contarles que volvimos con Luis
«Hace dos semanas les dijimos que nos separábamos. Estuvimos dos semanas así como ‘nos vamos a separar’. En el minuto que lo comunicamos fue cuando él se fue a vivir al departamento.
«Cuando anunciamos la separación fue ‘¡chuta!, ¡es real!’. Y él ya tenía el departamento listo. En dos días lo amobló todo, un departamento acá, al lado de nosotros.
«Fue súper fuerte, porque siempre nos hemos llevado muy bien. Lo pasamos súper mal. Fue terrible. Verlo sacar las cosas fue horrible. No se lo deseo a nadie.
«Estuve todos los días llorando. Hasta que, al cuarto día de haberlo anunciado, era el evento de la revista Velvet. Dije ‘¡ya! ¡Yo voy a ir igual, porque no tengo nada de que avergonzarme. No soy la primera que se separa, así es que voy a ir, voy levantar a cabeza, porque tengo que ser el ejemplo para las mujeres’.
«Y me maquillo y voy sola, y yo estaba invitada con Luis. Llegó, me quedo parada en la entrada y la sensación de vacío…
«La dependencia emocional que tengo con Luis es gigante. Que no es algo bueno, pero es inevitable, he estado más de la mitad de mi vida con él.
«Y ese fue el único video que posteé después de la separación y que la gente me decía ‘oh, te ves feliz, radiante’. No. Por dentro me estaba muriéndome.
«Cuando se va para mí fue el momento más doloroso que he vivido en mi vida. Miro para el baño, porque debo haber estado llorando en el suelo del baño, para que no escucharan los niños… Me da pena»
«¡Hice todo este llanto por nada! ¡Cha mi mare! Ya, bueno, ya todos se están enterando. ¡Volvimos! ¡Perdón! Espero que se alegren. Y se me quieren pelar, ya pélennos nomás, da lo mismo. La cagué nomás. Si la cagué. Siempre la cag…»
