«¡Usted se droga con los cantantes en su este de YouTube!», espeta locataria de Meiggs. Julio César Rodríguez: «No soy drogadicto»
«Usted se droga con los cantantes en su este de YouTube, ¿o no se acuerda?. ¡Sí poh! ¡Digamos la verdad! ¡Pero diga poh!», le espetó una mujer a Julio César Rodríguez en plena transmisión del matinal de Chilevisión.
«Pero señora, ¿cuándo lo he negado o mentido?. Si mis programas salen en YouTube, son públicos», respondió el animador de Contigo en la Mañana.
«Entonces diga: ‘yo, Julio César, soy drogadicto'», replicó la transeúnte.
«No. Es que no soy drogadicto. Hay una diferencia muy grande entre ser drogadicto o tener problemas con la droga. Además, ser drogadicto es una enfermedad, señora», contestó el conductor de 54 años, manteniendo una calma que llamó la atención ante esta locataria del barrio Meiggs que reclamaba y reclamaba sin parar, sin escuchar a nadie.
La escena se dio esta semana en el programa y provocó titulares. El contexto: un despacho en vivo. Un notero del matinal reporteaba una fiscalización en Meiggs. A un hombre le quitaron su carrito por no contar con los permisos, pero le respetaron la mercadería que había comprado. Testigo fue una locataria y presidenta de un sindicato de comerciantes. La mujer reclamada contra la detención, pero con argumentos que no venían al caso. Culpó al Presidente Boric, a la alcaldesa Irací Hassler y a los extranjeros.
La entrevista duró cerca d 20 minutos. Solo en los últimos la mujer se conectó con Julio César Rodríguez. Ella atacó:
«Ustedes son la tele, ustedes son los más sapos que hay… Ponen lo que ustedes quieren… Nunca dicen la verdad»; «¿qué saco de hablar con Julio, con Roberto, si son todos unos mentirosos», «todos los que están sentados en la tele son mentirosos».
«Dígame cuál de los que están sentados en la tele no se drogan. Usted se droga con los cantantes en su este de YouTube, ¿o no se acuerda?. ¡Sí poh! ¡Digamos la verdad! ¡Pero diga poh! ¡¿No es verdad que son drogadictos?! Porque todos los que están en el panel se drogan».
Tras la respuesta ya expuesta, el periodista intentó un diálogo. Le dijo: «A pesar de que usted nos ha tratado de mentirosos, drogadictos y no sé qué más, nosotros la vamos a tratar súper bien a usted». No hubo caso y, al final, la locataria les pidió que se fueran a hacer entrevistas a otro lado.
