Diana Bolocco llegará al altar acompañada de sus hijos
A pocos días de que los animadores Cristian Sánchez y Diana Bolocco se unan en matrimonio, conversamos con la novia, quien a pesar de ser reincidente -éste es su segundo matrimonio-, tiene los nervios propios del momento.
La pareja, que se casará el 26 de octubre en la Casona Reina Sur de Colina, se encuentra afinando los últimos detalles del festejo, ya que la fiesta será lo más fuerte de la noche.
“No quisimos hacer ningún formalismo, todo a nuestra manera y optamos por nuestro estilo. Buscamos un lugar que nos acomodara”, contó a La Hora la animadora.
Por lo mismo y para implantar su sello, la pareja se ha hecho cargo de cada detalle, a tal nivel que aún siguen preocupados de algunas cosas. “Yo no contraté a un productor, entonces he estado preocupada de todos los detalles junto con Cristian, eso sí tengo una persona que me ayuda”, aseguró.
UN VESTIDO PARA DIANA
Lo que siempre resulta curioso, y lo que todos los invitados quieren ver, es el vestido de la novia. Pero como la misma Diana contó, se compró un vestido porque le gustó como le quedó, así que para ella la cosa está solucionada. Quienes aún se están probando chaquetillas y pantalones son los hombres de su familia, ya que tendrán una gran tarea. “Mis hijos me van a entregar y Cristian está a cargo de los atuendos de los hombres de mi casa. Me van a sorprender porque yo no sé como se va a vestir”, comentó.
A pesar de que los Sánchez- Bolocco viven juntos hace más de tres años, no se sentían presionados y mucho menos con la necesidad de casarse, pero llegaron a una muy buena conclusión para poder unir sus vidas. “No perdemos el foco, que lo importante es disfrutar y para eso hicimos esta fiesta. Nosotros no teníamos la necesidad de casarnos, éramos familia hace mucho rato, lo que queremos es reunir a nuestras familias y amigos y poder celebrar”, dijo feliz.
Por otro lado, como Cristian en un medio de comunicación prometio una larga noche a Diana, ella no fue menos a la hora de proponer ideas para la noche de boda. “Yo le ofrezco noche, día y noche, porque una noche es muy poco. Y por supuesto como Dios nos trajo al mundo”, dijo entre risas la novia.
